22
octubre
¡Ya volví!
Autor: Oniel Uriarte*
Mi querido amigo, desde hace veinticinco años vivo cada día con mayor intensidad, el dolor que origina el destierro impuesto por nuestra patria. Una expatriación obligada por el solo hecho de no comulgar con el derrotero político que desde más de medio siglo rige el destino del pueblo cubano. Pueblo condenado al cautiverio, al desaliento y la falta de derechos fundamentales. Y que hoy enfermo, languidece a consecuencia de la incapacidad, terquedad y prepotencia de una ralea enquistada en el poder, a fuerza de falsedades, promesas incumplidas y