02
abril
Se cambian los valores, señorías de la política
Nunca la definición de stakeholders (interesados en algo) había estado tan clara como hasta estos días del Covid-19. De pronto, todos nos hemos convertido en analistas de prensa, en consumidores escrupulosos, en árbitros gastronómicos, en familiares solícitos ante nuestras debilidades y fortalezas, en empleados cabales, en pacientes trabajadores que esperan su reenganche con la empresa una vez que se acabe con la cuarentena.
Las empresas han pasado de ser enormes proveedoras a mansos cachorros que, ansiosos, esperan que sus amos –nosotros– les tengamos confianza para que sus cifras no bajen demasiado