08
septiembre
Pensionados y jubilados venezolanos buscan salir del anonimato
Los consulados venezolanos en España la llevan de pena en pena. Vigilias, sentadas, visitas, delegaciones, documentos, peticiones, concentraciones, adultos mayores apostados con sus banderas y sus bastones a sus puertas en Vigo, Bilbao, Tenerife, Valencia y Madrid. Los cónsules les atienden, vuelven a escucharles, prometen lo que no pueden cumplir, y luego continúan las rondas de la perseverancia. Los jubilados y pensionados venezolanos no aguantan. Su estado actual es desesperación pura de refugiado sin tierra firme ni nubes que les guarescan.
A los primeros no les cancelan