08
enero
A José Visconti
No se pareció a ninguno porque no tenía malicia, pensaba en los otros más que en sí, conoció a María Teresa País en el aula universitaria hace casi 50 años y con ella labró un hogar de sonrisas. Quiso ser cura y no fue. Ayudaba en las misas de las parroquias de Caracas y escribía en el diario La Religión.
Lo tuve conmigo en el aula y me brindó su brazo hasta el fin. José Visconti sabía de antemano que su vida sería entregada al prójimo. A