Erika, tipo en Madrid
Llega con algo de retraso porque se perdió. Solo habían pasado seis horas desde que Erika de la Vega había aterrizado en Madrid y acude a la cita con unos veinte periodistas de Venezuelan Press para charlar sobre su vida laboral, sus planes. Aparece perfectamente maquillada y peinada. Saca de su bolso un pequeño trípode y una cámara que enciende enseguida.
“Yo también los voy a grabar. ¿Qué creían?”, dice, y ríe.
Ha venido a España por la gira de su monólogo: “Tú no sabes quién soy yo”, que la llevará además a Barcelona, Coruña, Tenerife, París y Londres. Escogió el nombre de la pieza para hacer un juego de palabras. “La frase la puedes pronunciar y entonar de diferentes maneras. Si vas a buscar trabajo donde nadie te conoce, te toca decirla suave y sin ego”, dice sonriendo.
En el espectáculo habla en clave de humor de las mujeres, la maternidad, las relaciones, los trabajos y los cambios. Esta última palabra le toca mucho. Desde hace cuatro años vive en Miami, dejó, de momento, las ondas hertzianas y trabaja en Telemundo.
Admite que la experiencia le ha resultado difícil por todo lo que tuvo que abandonar y la nueva etapa en la que sus veinte años de experiencia en radio “no significan nada”, debe mostrar su talento y conquistar espacios. Sin embargo, ha sabido digerir las espinas y atajado las oportunidades.
“Le dije a un amigo que sentía que me habían robado el futuro. Él me respondió que no era cierto, que solo me lo habían cambiado. Que aprovechara ese giro. Esa respuesta me gustó y vi la manera de darle la vuelta a la situación”.
Sobre la migración venezolana en Estados Unidos dice que no se atreve a calificarla porque considera que, como comunidad, tiene un camino que recorrer. “No siento que deba o pueda meternos a todos en el mismo saco. Estamos aprendiendo y tratando de seguir con nuestras vidas y la única vía de hacerlo es mirando hacia adelante. También les repito una frase de Lorenzo Mendoza: Migrar es cambiar unos problemas por otros y en eso estamos todos. A mí me encanta verme con venezolanos, conversar, intercambiar ideas. Lo hago mucho con el show y en general. No puedo negar de dónde vengo”.
En medio de la conversación suena insistentemente su móvil. Lo saca y muestra a todos la pantalla que dice: “Sacar la basura”. Es su alarma de oficios del hogar. Dice: “Pues nada, hoy no se sacan las bolsas en mi casa”. Reímos todos.
Un compañero le suelta la pregunta: “¿Dónde te ves dentro de quince años?” y ella suelta: “En el cirujano plástico estirando todo lo que haya que estirar (carcajadas). Ahora en serio, como han cambiado tanto los planes, es mejor no organizarse tanto. Es mejor dejar que la vida te sorprenda un poco ¿no?”.
Así entre risas se acabó el conversatorio y con ella diciéndonos: “¡Gracias por esta sobaíta en el alma! ¡Qué bonito estar con ustedes y hablar de todo un poco! Eso ayuda y reconforta”.
Información original larorraenelteclado.blogspot.com.es