Bandas armadas del gobierno venezolano intentan agredir a Capriles al llegar a Margarita
El dirigente opositor venezolano estuvo prácticamente sitiado por más de 4 horas en el aeropuerto Santiago Mariño, luego de que hombres armados irrumpieran en el salón principal, mientras otros, identificados como Tupamaros, permanecían en las afueras, con el objeto de que el gobernador de Miranda no ingresara a la isla en su participación tradicional de la procesión de la Virgen del Valle
Joanna Cruz Sánchez/ Porlamar
“Mi Virgen del Valle lo protegió”, alcanza a decir, tras una noche agitada y violenta, Aura Marcano, trabajadora de limpieza del aeropuerto internacional Santiago Mariño, y testigo de primera línea de las actuaciones de grupos armados que, en motos y autobuses de la gobernación de Nueva Esparta, arribaron la noche del miércoles 7 de septiembre a este aeródromo para impedir que el dirigente opositor Henrique Capriles pisara tierra margariteña, donde estaba prevista su participación en los actos religiosos en honor a la Virgen del Valle, patrona de esta isla que últimamente ha sido escenario de noticias.
De acuerdo a la declaración de la señora Marcano, entre 8 y 9 de la noche, la sala principal del aeropuerto se fue llenando de personas con chaquetas y franelas rojas, en un número no mayor de 60, una situación que hizo desaparecer progresivamente a los funcionarios de la policía aeroportuaria que labora en ese lugar.
Un empleado de la línea aérea Avior, que prefirió no identificarse, coincidió en que la sala principal de llegada de los pasajeros se había agitado con la llegada de los grupos identificados con el oficialismo.
“A nosotros nos ordenaron cerrar nuestros despachos, y al salir nos encontramos con autobuses de la gobernación que venían con personas que lanzaban consignas y tomando casi todas las áreas externas del aeropuerto”, explicó este funcionario.
Una vez que aterrizó el avión comercial que traía a bordo al gobernador de Miranda y a dos decenas de pasajeros, los grupos oficialistas empezaron a gritar consignas de “¡Fuera!” “Asesino” y “¡No pasará!, dirigidos contra Capriles, que le obligó con el grupo que le acompañaba, conformado por tres alcaldes y dos diputados tuvieran que refugiarse en un lugar interno, cercano donde están las maletas y demás envíos, porque no hubo presencia de funcionarios policiales ni de autoridades algunas que hiciera frente a este desorden.
Durante el largo tiempo en que duró este acoso (cerca de 4 horas), el gobernador Capriles no dejó de transmitir los acontecimientos, a través de Periscope y desde su cuenta de Twitter, tal y como él los observaba o les informaban desde afuera algunos de los partidarios de la MUD, que nada pudieron hacer para evitar el caos.
Capriles debió abogar con un funcionario nervioso
Para que el resto de los pasajeros salieran del aeropuerto sin dificultades, Capriles debió abogar con un funcionario nervioso, ya que dentro de este grupo había adultos mayores, varios niños y dos mujeres embarazadas. De hecho, a lo largo de cada una de sus transmisiones en vivo por Periscope, Capriles responsabilizó de las “acciones vandálicas” de estos grupos irregulares al gobernador Mata Figueroa y al presidente Nicolás Maduro, al tiempo que invitó a ser testigos de estos hechos a los representantes diplomáticos acreditados en Venezuela, y que participarán el 30 de septiembre en la cumbre de la Organización de Países No Alineados que justamente se llevará a cabo en la isla de Margarita.
"Estoy sitiado en estos momentos por bandas armadas del Gobierno, encapuchados", afirmó el mandatario a través de un contacto de Periscope que logró hacer con su teléfono celular pasadas las 9 de la noche, y dijo estar preocupado por las personas que se encontraban dentro del aeropuerto y que solo viajaban hacia Margarita.
Afirmó que hasta un funcionario de seguridad se puso muy nervioso cuando creyó que los violentos tumbarían la puerta del aeropuerto. Pasadas las 11 de la noche el gobernador realizó otro contacto por el Periscope e informó que todos los pasajeros que viajaron con él ya habían podido salir del aeropuerto y que solo permanecía con su equipo en la zona de maletas de la terminal aérea.
En su cuenta en Twitter, Nelson Bocaranda aseguró que había unos 40 “infiltrados” que pretendían agredir a Capriles, mientras otro grupo, identificados como Tupamaros, rodeaban en motos las instalaciones. “Muy delicada la situación y para el régimen cobarde se le puede ir de las manos. Ni la GNB ni la PNB intervienen. ¿No miden consecuencias? Pasajeros en el aeropuerto de Porlamar están optando por regresarse a sus aviones ante el temor de salir con la agresividad de colectivos”, se preguntó el periodista.
Finalmente, a las 12:10 de la madrugada de l jueves 8 de septiembre, luego de permanecer cuatro horas sitiado y amenazados por hombres armados, el dirigente opositor y sus acompañantes lograron salir de la terminal y llegar a los sitios desde donde participan en los festejos religiosos en honor de la Virgen del Valle. Capriles señala que desde hace 13 años, y dada su condición de “cristiano y mariano” viene asistiendo a estos actos religiosos.