Hagamos el amor
En medio de tristezas, malas noticias e incertidumbres, es importante recordar algo que a veces olvidamos: somos seres conscientes, porque pensamos y estamos vivos.
Preguntar qué es el amor, es como preguntar si existe vida en el universo. ¿Existe? Sí. Nosotros vivimos en él.
¿Y qué tiene que ver el amor con el universo? ¡Todo! Nuestro universo existe, debido al amor entre un hombre y una mujer, quienes fueron capaces de crear vida de la nada.
Es fascinante darse cuenta de lo importante que es la vida humana. Una creación maravillosa de reciente aparición. El hombre, similar al que conocemos, cuenta apenas con 200 mil años, sobre un planeta de 5 millardos de años, en un universo de 15 millardos de años.
Para darnos ánimo y sentirnos felices, es importante recordar que todo siempre ha existido, pero era imposible saberlo porque no había quién se diera cuenta. Existían mares azules y flores de colores. Existían animales de múltiples especies y un cielo desesperadamente bello pero ignorado. Existían también, una tierra maravillosa y un sol imponentemente cálido. Todo era invisible, ya que el ser pensante que los valoraría, aún no existía.
Los dinosaurios vivieron sobre la tierra 300 millones de años y, los muy estúpidos, ni cuenta se dieron. Cuando desaparecieron, no dejaron otra cosa que fósiles que debimos desenterrar, para elucubrar sobre su inútil vida.
Un día, de último, aparecimos nosotros. Unos monitos que evolucionamos y a quienes se nos desarrolló el cerebro, para que Dios pudiera empezar a existir. El creador se hizo la gran pregunta: ¿para qué tanta belleza si nadie puede apreciarla? Era como poseer una obra de Van Gogh o un apasionado poema de Neruda, escondido en un rincón olvidado de un sótano oscuro.
Así que, si se siente deprimido, asómese por la ventana y vea lo feo y lo bonito que lo rodea. Respire. Usted es afortunado de ser quien es, de pensar y de sentir, de luchar por aquello en lo que cree.
Usted siempre existió, pero nadie lo veía porque era un óvulo y 300 millones de espermatozoides, que vivían separados dentro de una mujer y de un hombre, quienes pudieron no encontrarse. Pero lo hicieron.
En este desamor que nos agobia, hagamos el amor para que en Venezuela, quienes están por nacer, tengan la extraordinaria oportunidad de vivir en un país amoroso.
No se desanime. Valore su vida. Prohibido rendirse. Recuerde que estamos vivos y es por eso que siempre seremos capaces de cambiar, lo que debemos cambiar.