¿De qué forma es la forma de estar en forma?
A las angustias con las que nos atormentan los obsesionados por la vida sana, hay que sumarle la de estar en forma. Es ambiguo y ecléctico el concepto de estar en forma. Estoy seguro de que todo el mundo cree estarlo. Entonces, ¿por qué alguien, por ejemplo, se atreve a decir que yo no estoy forma?
Vivimos alterados y aterrados pensando que el próximo plato de comida que vamos a disfrutar, no sólo nos alimentará, sino que peligrosamente aumentará algo de lo que todo el mundo habla, pero que en realidad nadie sabe lo que es. Nos referimos a unos fantasmas, supuestamente peligrosos, llamados triglicéridos y colesterol.
Los fanáticos de la vida sana odian lo bueno como el whisky, el chicharrón, acostarse y levantarse tarde, los dulces, los panes, las arepas y las cachapas, incluso se desmayan si ven mayonesa, mantequilla de maní o crema de leche. Seamos sinceros, ¿vale la pena la vida sin comer una arepota de reina pepiada full aguacate, papa y mayonesa, acompañada por un enorme vaso de Toddy frío?
Tengo en mis manos unas encuestas que se realizaron en un universo de 1.500 personas quienes físicamente no estaban en forma, pero sí gozando una bola.
• Al 32 % de los encuestados se le preguntó si visitaban al médico con frecuencia, contestaron: ¿Pa´ qué?
• El 40 % se enteró de que el chicharrón tenía colesterol y le gustó más.
• El 37 % sintió dolores de pecho y prefirió visitar un bar en lugar de un médico.
• El 22 % de los encuestados tiene un médico de cabecera más gordo que ellos.
• El 63 % de los hombres mayores de 40 años, se ha hecho el examen de la próstata y se ha enviciado.
Los médicos y los fanáticos del deporte de la vida sana, nos atormentan con aquello de que hay que caminar para estar saludables y en forma, pero en la forma que a ellos les gusta. Caminar, según mi experiencia, va en contra de lo que necesita el ser humano. Tan cierto es que nadie se reproduce caminando. Hay que hacerlo acostado.
Veo con tristeza la forma que tiene Juan Carlos García. Él se la pasa todo el día haciendo ejercicios y dietas para verse bello, mientras que Leonardo Padrón, César Miguel Rondón y yo, comemos cochino y tomamos cerveza, como una forma de estar en forma, pero en la forma en la que estamos.
Todos estamos en alguna forma, pero quienes vamos a morir más rápido, hemos gozado tanto que nos dan lástima quienes nos sobrevivirán, en forma, pero viejos y fastidiados.