“Esto no se aguanta mas”
Es lo que se escucha por todas partes: en las farmacias, mercados, abastos, ventas al aire libre, hospitales, clínicas, universidades, campos deportivos, escuelas de música, morgues, fuentes de soda, liceos, metro, paradas, iglesias, ferreterías regadas a todo lo ancho y largo del territorio nacional. En Maracaibo, Barquisimeto, Sabaneta, Las Mercedes del Llano, Colón, Boconó, Delta, La Victoria, San Diego, San Carlos, Anare, Tocuyo, Coro, Los Teques, Caracas, San Fernando, Puerto La Cruz, La Asunción, El Pao, Barlovento, San Cristóbal, Achaguas, Barcelona, Naiguatá, Barinitas y pare de contar…la estrofa se repite…
“Esto no se aguanta más... esto tiene que cambiar”.
La nefasta combinación de escasez, inflación e inseguridad desbordada a la enésima potencia, sencillamente es insoportable y crea las condiciones para una explosión social que nadie quiere y, a nadie conviene. El régimen se hace el sordo… voltea para otro lado, y quien lo preside, se monta en el avión que pagamos todos, y sigue su tour por el mundo. ¿A ese señor no le da pena con los ciudadanos de Venezuela y ahora del mundo que ya no lo soportan? ¿No siente vergüenza por la gastadera que tiene cuando en el país el pueblo carece de leche, arroz, pañales, aspirinas, curitas, jabón y todo lo que agrupamos en el termino de “productos de primera necesidad”?
El electorado venezolano ha internalizado que las próximas elecciones del 6D, se convertirán en una especie de plebiscito o resolución tomada por la mayoría para cambiar el actual modelo político y económico que nos lleva directo a una hambruna generalizada, a una crisis humanitaria jamás vivida en Venezuela…ni cuando la guerra de independencia.
Los venezolanos utilizaran las parlamentarias para modificar lo existente en paz. Esa es la esperanza de la mayoría.
La minoría en cambio, los que detentan el poder, quieren violencia y enfrentamiento para mantenerse en él. Andan en su campaña del miedo, tratando de infligir zozobra en una población que se cansó de la constante turbación.
A pesar de no contar con un arbitro imparcial sino con uno amañado y ventajista que beneficia al régimen. Con toda la opacidad de unas autoridades militantes del oficialismo. Aún con un Registro Electoral no confiable y los circuitos re-diseñados para favorecer al partido de gobierno y aliados. Con la fuerte sospecha que el sistema electrónico puede ser manipulado y con la millonada de recursos que nos pertenece a todos pero que los rojitos utilizan, sin pudor alguno, para vendernos unas bondades de las que sabemos que carecen. A pesar de todo eso, hasta los encuestadores pro régimen afirman que la ventaja de la oposición supera los 20 puntos, lo cual se traduce en mayoría CALIFICADA. Cualquier otro resultado que se atrevieran anunciar luego del paseo “por la baranda”, sería producto de un fraude y considerado como un golpe electoral, por lo tanto, quedaría más que justificada una protesta masiva en las calles y la participación de las Fuerzas Armadas para hacer valer la voluntad popular reflejada en el voto depositado por el pueblo.
Hoy como nunca y ante el “esto no se aguanta mas” tendremos que contar el 100 % de los papelitos que reflejarán lo que dice la calle: “Estos se tienen que ir, esto tiene que cambiar, porque no se aguanta más”.