Petrizzelli y Méndez Guédez en la presentación de “Historias para las posibilidades del músculo”
El 5 de diciembre de 2018, el escritor Juan Carlos Méndez Guédez estará presentando en Madrid Historias para las posibilidades del músculo, un conjunto de textos en prosa lírica escritos por el cineasta John Petrizzelli. El evento tendrá lugar en el nº 6 de la calle Válgame Dios de Madrid, a las 20 horas. La entrada es libre hasta completar el aforo.
John Petrizzelli es uno de los más activos y prolíficos creadores venezolanos. Periodista, guionista y director de cine, es egresado de la Escuela de Artes de la Universidad de Nueva York, y su trabajo, en el que predominaba hasta no hace mucho el interés por lo documental, le ha valido más de 21 premios internacionales.
La presentación tendrá lugar en Cesta República, uno de los polos donde con mayor fuerza bulle la vida cultural de los venezolanos en Madrid desde hace un par de años. Allí convergen el conocido estudio de arquitectura Cero es Tres y una tienda de objetos artesanales realizados con fibras tramadas, provenientes de diversos lugares del mundo.
Por su parte, Juan Carlos Méndez Guédez (Barquisimeto, 1967) es uno de los más reconocidos novelistas venezolanos de la actualidad. Por ello, su percepción acerca del libro de Petrizzelli tiene especial valor.
Historias para las posibilidades del músculo (Dahbar, 2017) nos desvela a John, popularmente conocido por su trabajo cinematográfico, manifestándose en otro ámbito: el de la poesía. El críptico nombre de la obra, que incluye además un libro anterior, Negro Lógico (1978), responde a las ideas de movimiento y desplazamiento, que son una constante a través de todos los textos, y que dependen del esfuerzo físico.
Ciertamente, quienes incursionamos en las páginas de este libro, descubrimos que, como dice el editor, "la de Petrizzelli es una voz rara y de gran valor” en el ámbito de la literatura venezolana, y es probable que, como señala el propio Rojas Guardia, nos encontremos tras la experiencia “más sabios, más despiertos, más capaces de sensibilizarnos ante el hallazgo súbito de la belleza”.