La #TerrazaEuropa sobre Venezuela: “Violar la libertad de prensa es señal inequívoca de dictadura”

La Unión Europea no duda en señalar que "violar la libertad de prensa es señal inequívoca de dictadura". Lo ha hecho en la quinta edición de la #TerrazaEuropa, un espacio organizado por la Oficina del Parlamento Europeo en España dedicado a debatir temas de interés, el pasado 19 de julio titulado “Las relaciones entre la Unión Europea y Venezuela”.

Participaron Benita Ferrero-Waldner, ex comisaria europea de Relaciones Exteriores y Presidenta de la Fundación Euroamérica; y  Luis de Grandes, presidente de la Delegación para las Relaciones con los Países de la Comunidad Andina en el Parlamento Europeo. Y contó con la asistencia de medio centenar de representantes de asociaciones civiles de venezolanos en España, así como periodistas y demás influencers.

"Una dictadura comienza, justamente, cuando se empiezan a violar los derechos tanto de libertad de expresión como de prensa. En el caso de Venezuela se está haciendo de libro".

La afirmación es de Benita Ferrero-Waldner tras la preocupación planteada por Venezuelan Press ante las 2.435 violaciones a la libertad de expresión registradas hasta la fecha por el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), y el enjuiciamiento por un tribunal militar del periodista y dirigente social Carlos Julio Rojas. “Lo primero que hace un dictador es cercenar la libertad de expresión, ir en contra de los medios de comunicación, amedrentarlos y cerrarlos, y perseguir a periodistas. Y lo que puede hacer ahora el Parlamento Europeo es denunciar constantemente, mencionar la situación todas las veces que se pueda en todos los escenarios. Sin embargo, el ente que tiene que tomar las riendas del asunto es el propio país; cada vez que suceda un caso de violación de derechos a periodistas, medios, instituciones y organizaciones debe hacerse un llamado a Amnistía Internacional, puesto que lleva el registro de todos estos asuntos” explicó Ferrero-Waldner.

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Para que el mundo escuche, hay que saber gritar

En el foro se discutieron diferentes visiones sobre la crisis que atraviesa Venezuela y el papel que puede cumplir la Unión Europea como bloque de diálogo y presión (uno de los objetivos del parlamento es el apoyo a la democracia y defensa de los derechos humanos tanto dentro como fuera de la Eurozona). Y es que Venezuela, en los últimos meses, se ha convertido en parte de la agenda de discusiones del Parlamento Europeo, crítico con las violaciones al orden constitucional y la represión brutal contra manifestantes pacíficos, postura que ha fijado en varias ocasiones.

De acuerdo a Luis de Grandes, el Parlamento considera que la Asamblea Constituyente no es la solución a la crisis del país, “más bien resultará en un régimen dictatorial porque, entre otras cosas, sus bases son sectoriales y territoriales”. Opina que la crítica de la comunidad internacional ha ido creciendo en los últimos tiempos, y que las pruebas más representativas son los pronunciamientos provenientes del secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, el Vaticano y el presidente Donald Trump.

“Nunca Estados Unidos había dicho algo tan duro como dejar de comprar el petróleo de Venezuela; si eso sucediera, hasta allí se sostendría el gobierno, Maduro caeria al día siguiente”.

De Grandes y Ferrero-Waldner coinciden en opinar que lo más contundente para arrinconar a estos regímenes son las sanciones económicas, “pero hace falta liderazgo para que sea efectivas, como sucedió en Sudáfrica, y hay que tomar en cuenta que son procesos largos y difíciles y que siempre están presentes los intereses”.

Sin embargo, consideran que el apoyo internacional siempre será proporcional a las acciones que emprendan los partidos de oposición y la sociedad civil en Venezuela. En este sentido, alerta de Grandes que, “hay que tener cuidado, todo lo que se haga tiene que tener bases legales”, dejando entrever una postura a medidas que puede ser cuestionada por la comunidad internacional como la del reciente nombramiento de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia por parte de la Asamblea Nacional.

"La oposición venezolana no puede caer en la tentación de la división, porque si no, perdería”.

La advertencia es del propio de Grandes, quien agrega que la recuperación de la democracia en Venezuela pasa por tener una oposición unida, que más adelante podrá tener sus diferencias, pero que en este momento debe actuar como un bloque. Por su parte, Ferrero-Waldner, que ha formado parte en el proceso de defensa del opositor encarcelado Leopoldo López, opina que "la medida de casa por cárcel aplicada al político venezolano se debe, no sólo a la presión internacional, sino para apostar por la división de la Mesa de la Unidad".

A contracorriente de Latinoamérica

“Estamos viviendo un cambio de geopolítica drástico como el ocurrido entre la Edad Media y el paso al Renacimiento, tomando en cuenta la naturaleza, las pautas de distribución de la riqueza y el paso de un sistema de unipolar a multipolar. En este sentido, en los últimos años América Latina ha tenido una mayor resistencia a la crisis financiera y ha demostrado tener mayor autonomía”.

De acuerdo a la visión de quien ha sido también ministra de asuntos exteriores de su natal Austria entre 2000 y 2004, Ferrero-Waldner, la situación de Venezuela no escapa a este cambo geopolítico. A consecuencia, los inversores europeos se han visto motivados a invertir en la región, pero el panorama de Venezuela no invita, por los momentos, a apostar en ella. "El riesgo para los inversores que quisieran emprender o mantener negocios es el mismo que Siria", de acuerdo a un estudio realizado por la compañía de seguros Aon y que de Grandes mencionó en su presentación.