Salvador Pimentel Roja

Director de la Liga Española Pro Derechos Humanos y miembro de Foro Penal Venezolano

Por ahora 44 son las muertes en manifestaciones, cada día agregamos nombres de víctimas y pedimos al Señor que sea el último. Es lamentable la mirada perniciosa, menos indiferente y más cómplice, de las autoridades como el Defensor del Pueblo, los Ministros y Jefes de Guarniciones.

Cuántas veces nos hemos preguntado si estas autoridades ¿realmente existen? ¿Dónde están? ¿Cómo logran conciliar el sueño? Presumo que están constantemente ejercitando su moralidad para evitar que cruce sus límites.

Asumo que escapan a las preocupaciones con un paseo por redes sociales, el problema es el contenido que extraen y la influencia que causa. Ya pasó de moda pero están jugando al “Maniquí Challenge”, se paralizan cuando tienen que ejercer sus funciones, mientras en la clandestinidad se planifican los macabros procedimientos que asesinan o encarcelas a nuestros jóvenes.

Parálisis ante el genocidio en curso ¡Esa es su técnica!

La percepción es que ante las atrocidades han pasado a “modo maniquí” pero la justicia internacional no se paralizará JAMAS en materia de delitos de lesa humanidad, y si no lo creen, basta recordarles que Hugo Chávez empleo parte de su tiempo investigando la teoría de que al Libertador Simón Bolívar lo asesinaron para establecer responsabilidades, aun se persiguen a los lugartenientes de Augusto Pinochet o los responsables del Genocidio Armenio entre otros.

La continua complicidad constituye responsabilidad penal, numerosas son las denuncias como numerosas son las víctimas y seguimos sumando, mientras las autoridades siguen en el famoso reto, el dolor y la sangre se apodera de las calles, estas no están estaticas más bien se filman como en cámara rápida.

Hay que destacar que un pueblo pacífico como el venezolano, siente que se han agotado todas las vías democráticas para restituir el Estado de Derecho, por lo que recurre a citarse en las calles y si la contraparte sigue defendiéndose con represión el aumento de los niveles de violencia está en su fase preliminar. Esa es la razón por la cual el “Maniquí challenge gubernamental” es más peligroso que “La Ballena Azul” y el “Cinnamon Challenge” juntos.

Las constantes trabas producto del modelo de gobierno acentúan que tanto la recuperación de la democracia y la libertad como del colapso de la sociedad y su economía, será imposible sin cambios políticos en el Gobierno de Venezuela. Necesario es suplantar el modelo político para procurar Orden Fiscal, Control de Corrupción, Prudencia Monetaria y restituir los activos expropiados para apoyar la economía girando sobre un marco de constitucionalidad y respeto a los Derechos Humanos, lo cual no es posible en revolución; ya el Gobierno no cambia las políticas, pues habrá que cambiar al gobierno.

Éstas son las razones por las que concluyo que, Castigo vs. Amnistía General, es uno de los grandes retos de los líderes opositores, para poder hacer planteamientos capitalizables es obligatorio aclarar a cual concepto se inclinan porque ambos son validos políticamente, uno es cortesía a la justicia, el otro supone impunidad, pero el objetivo es que el gobierno acabe de colapsar y precisa en cualquier caso los que están en redes sociales se separen de sus cargos de poder y se ponga punto final a la situación sin mas dilaciones y sin seguir congelados como maniquí.