Periodistas venezolanos en España ponen rostro a las agresiones a la prensa en Venezuela
Venezuela es uno de los países con menos libertad de expresión del mundo y por ello, la Asociación de periodistas venezolanos en España Venezuelan Press se ha unido a la manifestación convocada por las agrupaciones políticas en el centro de Madrid este 23 de abril, para poner rostro a las agresiones a la prensa en Venezuela. Representando a 15 de los casi 3.000 casos de violaciones a la libertad de prensa en 15 años, elaboraron y leyeron el siguiente:
Comunicado
Consagrada en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la libertad de expresión, de la que deriva la libertad de prensa, es uno de los muchos derechos fundamentales que hoy se violan en Venezuela. Un informe de Reporteros Sin Fronteras lo corrobora: Venezuela está en el lugar 139 de los 180 países estudiados para conocer su situación sobre libertad de prensa, posición que cada año desciende entre dos y tres puntos.
La libertad de expresión e información en Venezuela se deteriora constantemente, junto a la intensificación de la crisis económica y social que golpea al país. Los 2.648 casos de violaciones a la libertad de prensa en 15 años -entre 2001 y 2016- registrados por el Instituto Prensa y Sociedad IPYS Venezuela, dan buena cuenta de ello.
Las prácticas intimidatorias, la violencia institucional y física que criminaliza la búsqueda y difusión de información, motivada por un discurso oficial hostil hacia la prensa, se agravaron en 2016 y están recrudeciendo en 2017. El año pasado se registraron 366 violaciones a la libertad de expresión, un promedio de una al día. El 44% de esas violaciones se registró en el contexto de manifestaciones públicas, entre ellas las de carácter político en el marco de la exigencia del referendo revocatorio.
Los periodistas en Venezuela cubren con miedo los hechos de calle, son víctimas constantes de robos y confiscaciones de equipos, expulsión de espacios o instituciones públicas; son intimidados, agredidos físicamente y atacados de manera directa o indirecta, a través de represalias a los medios donde trabajan por su línea editorial: 187 de estos casos registró IPYS en 2016.
En 2017, tan sólo en abril, el CNP confirma 63 agresiones a periodistas durante la cobertura de las protestas.
Por ellos
Por los casi 3.000 hechos registrados de violaciones a la libertad de expresión en Venezuela desde que la gobierna el régimen bolivariano; por los medios de comunicación cerrados en este período; por la eliminación de canales de televisión internacionales de la programación por suscripción durante las protestas; por todos los periodistas agredidos en el ejercicio de su profesión; por ellos…
Por David Natera Febres, director de El Correo del Caroní, condenado el pasado 14 de marzo a cuatro años de prisión por los delitos de difamación e injuria, y por todos los directores y editores de medios venezolanos con orden de detención.
Por Aitor Sáez, periodista español corresponsal de la cadena alemana Deutsche Welle, expulsado de Venezuela el 23 de enero de este año, y por todos los corresponsales extranjeros a quienes les han impedido cubrir la situación del país.
Por Francisco Bruzco, reportero del Diario 2001, golpeado y apuntado con armas por desconocidos, sustraído su equipo y teléfono móvil, el 2 junio de 2016 mientras cubría una protesta en Caracas.
Por Robinson Rojas, periodista de Caraota Digital detenido por el Sebin el 22 de abril de 2017 mientras cubría la marcha del este de Caracas.
Por Hans Wuerich, estudiante de periodismo de la Universidad Central de Venezuela que manifestó desnudo el 20 de abril en Caracas y fue dispersado con perdigones y bombas lacrimógenas.
Por Brian Vidal, periodista de El Impulso, agredido el 10 de abril de este año por la Guardia Nacional mientras grababa una manifestación en Barquisimeto.
Por Yonathan Guédez, periodista de la Alcaldía de Iribarren en Barquisimeto, detenido durante las manifestaciones del 10 de abril, aun privado de libertad.
Por Román Camacho, reportero herido por miembros de la Guardia Nacional el 10 de abril mientras cubría una manifestación en Caracas.
Por Elvis Flores, camarógrafo de VPItv, detenido este 6 de abril por la Policía Nacional Bolivariana mientras cubría una manifestación en Caracas.
Por Elyangélica González, periodista de Univisión y Caracol Radio, agredida el 31 de marzo de este año por la Guardia Nacional en Caracas.
Por Rosa Virginia Garrido Gravina, periodista institucional del Partido Primero Justicia, agredida, ultrajada y amedrentada el 31 de marzo, por efectivos de la Policía del estado Yaracuy mientras cubría una protesta en San Felipe.
Por Marcos Bello, reportero de la agencia Reuters en Venezuela, agredido el 31 de marzo por desconocidos durante la cobertura de la protesta frente al Tribunal Supremo de Justicia en Caracas.
Por Ana Vargas, periodista del canal de la Asamblea Nacional: Capitolio TV, agredida el 30 de marzo por la Guardia Nacional frente al Tribunal Supremo de Justicia.
Por Braulio Jatar, director de Reporte Confidencial, preso desde el 3 de septiembre de 2016 por publicar en su web el cacerolazo al presidente Nicolás Maduro en Villa Rosa, Nueva Esparta.
Por el diario El Carabobeño, fuera de circulación el pasado 17 de marzo por falta de papel tras 82 años de trabajo, y por los más de 30 diarios, emisoras de radio y canales de televisión cerrados en los últimos 17 años en Venezuela…
Hacemos un llamado
A los organismos internacionales que velan por el cumplimiento de los Derechos Humanos, a la ONU, la OEA, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al Parlamento Europeo, para que exijan al gobierno de Venezuela el cumplimiento del artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y todos los que en este momento viola sin ningún pudor.
A los medios de comunicación internacionales y en especial a los españoles, para que continúen informando de manera oportuna y veraz sobre la situación venezolana.
A las organizaciones de prensa internacionales y en especial a las españolas, para que nos apoyen en esta lucha por la libertad de expresión en Venezuela.
¡A todos nos compete sobremanera!