A la hora de cerrar esta nota, el gentío continuaba en los alrededores de la iglesia del Santísimo Cristo de la Victoria, en la calle Blasco de Garay de Madrid, una zona relativamente accesible pues, aun cuando no tiene metro cerca, sí llegan los autobuses de tres líneas. El ambiente ha sido de franco entusiasmo.

Fotos: Carlos Hernández

A última hora ha empezado a llover (estaba previsto) y muchos de los voluntarios que han estado todo el día trabajando en las mesas no habían comido; sin embargo, ya les está llegando el condumio. La organización ha funcionado, se han presentado apenas un par de incidencias menores. Y la gente ha acudido entusiasmada alegre, con banderas venezolanas o gorras y franelas con los colores patrios. Nada de colores o símbolos de candidatura alguna, que se sepa. Puede decirse desde ya que la jornada en Madrid ha sido exitosa.

El lugar, incluyendo el parque aledaño y las aceras y corredores de acceso, comenzó a abarrotarse a partir de las doce del día, y a la 1:00 pm se habían contabilizado unos dos mil setecientos votantes. Elegían a su candidato o candidata para las elecciones presidenciales de 2024. El estimado total de votantes de nacionalidad venezolana residentes en Madrid gira alrededor de las 22 mil personas, de modo que muy probablemente, bajo la norma que ordena no cerrar mientras haya votantes en la cola, se seguirá operando más allá de las seis de la tarde,  hora de cierre prevista en principio.

Las mesas de votación (46) fueron instaladas en estancias no muy grandes, en número de seis o siete, en el sótano de la parroquia. A cada mesa correspondía un dígito; se repartían los votantes según el último número de su cédula de identidad. Por cierto cada una de esas estancias es presidida por una figura religiosa: tal vez recordara a los votantes que el amor a Cristo y el espíritu de hermandad entre los hombres pueden ser un aliciente para la fe en que habrá un mejor mañana.

Dos notas curiosas a mitad de jornada: la llegada del exalcalde caraqueño Antonio Ledezma, quien movilizó a varios votantes que quisieron hacerse selfies con él; y la presencia de Gloralys Díaz, una venezolana que se encontraba en Londres, quien viajó expresamente para ejercer su derecho la noche de ayer, por Iberia, desde el aeropuerto de Gatwick, ya que era en Madrid donde ella se había registrado como votante. En la mesa que le tocó la aplaudieron. Al parecer, hubo otro caso semejante al de Gloralys, una persona que llegó desde los Países Bajos.

Esta foto fue tomada cerca de las 12 del mediodía. No paraba de llegar gente.

En las fotografías de Carlos Hernández pueden observarse distintos momentos del ambiente en exteriores del proceso en Madrid, protagonizado por gente de todas las edades y bajo el escrutinio y la cobertura de diversos medios de comunicación social.

Desde luego, el nombre de la parroquia que prestó sus espacios para este acontecimiento, es por demás auspicioso. Ese nombre se debe al patrón de Vigo, el Santísimo Cristo de la Victoria, cuya veneración en aquella ciudad portuaria llena las calles el primer domingo de agosto.

Había que bajar las escaleras pues las mesas se hallaban en aulas o habitaciones del sótano. de la parroquia.

Familias que no tenían con quién dejar a sus pequeños se fueron completas a la cita en la parroquia.