El esbirro ardido

El 31 de marzo, a las 20:03 hora de Madrid, recibí este mensaje de wasap:

"Saludos. Te informo que me anda buscando una comisión del CONAS FAES. Cinco hombres armados. Como yo no estaba, dijeron que volverían a las 4 pm. Como no he hecho nada, no tengo idea de qué se trata. Para que sepas".

Era Milagros Mata Gil quien me lo enviaba. Confieso que lo primero que pensé fue que se trataba de un poco de paranoia de la amiga. Es que, como ella misma dice: ¿Qué podría haber hecho para que la buscaran en su casa como a una peligrosa delincuente? ¡Ni al Coquí lo ha ido a buscar un grupo armado de las Fuerzas de Acciones Especiales del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro!

Milagros, que es una mujer valiente, asesorada y acompañada por un abogado amigo, decidió presentarse ante las autoridades. ¿A dónde te presentarías? Le pregunté, preocupado porque yo he estado siete horas detenido por el Grupo Antiextorsión y Secuestro por una denuncia falsa y sé lo que se pasa en esos momentos. Pensé en su edad, en sus problemas de tensión y de glicemia, en la suerte que correría, porque uno puede tener la "fortuna" de que lo reciban amablemente o que lo lancen al suelo con una bota en el cuello.

A las 23:07 horas, recibí la respuesta:

"Al CONAS FAES”

Y seguidamente:

"Estoy en el CONAS FAES. Y es por el artículo. Tarek nos acusa de incitación al odio. Nos dejarán detenidos esta noche y mañana nos presentarán en tribunales. Por incitación al odio y orden de Tarek Saab".

Entonces, recordé que hace unos años, en una conversación con Milagros, me contó que en una oportunidad Tarek le había hecho una especie de amenaza velada, digamos que una advertencia en son de broma. Le dijo algo así como: Estás siendo muy crítica en las redes. Bájale dos, que te puede ir mal.

No es textual, pero fue algo así, tipo El Padrino. Un consejito.

Fiesta Mortal se titula el artículo de marras. Una pieza crítica, cáustica, asertiva, punzante que se puede encontrar fácilmente en la web pues, gracias a la medida tomada por el Fiscal del régimen venezolano, se hizo viral lo que en un principio fue un post en Facebook limitado a los amigos de Milagros en la red social, pues ni siquiera fue una entrada pública.

Toda la noche pasó Milagros detenida en el comando, acusada de incitar al odio al escribir una crónica, acompañada del poeta Juan Manuel Muñoz, acusado de haber difundido el texto por wasap.

No. No era paranoia de la amiga. No era el temperamento y la hipersensibilidad de artista lo que la hacía imaginar una persecución del régimen. El ardido fiscal cumplió la sutil amenaza de años atrás, mandó a detener a la escritora y académica.

La Fiesta Mortal se hizo viral. Las redes sociales estallaron. Escritores de renombre y de todas las edades denunciaron el atropello.

El Colegio Nacional de Periodistas tuiteó:

"#1Abril #Anzoategui Exigimos liberación de la periodista Milagros Mata Gil @mmatagil y del escritor Juan Manuel Muñoz @JuanManuelMuoz4, #Conas los detuvo por orden del fiscal @TarekWiliamSaab quien olvidó que la libertad de expresión es fundamental en la democracia".

Y el Centro Pen se hizo eco del caso:

"Le escritora venezolana Milagros Mata Gil fue detenida en el día de hoy”.

Mientras que la cuenta del PEN International - Las Américas y el Caribe:

"#Venezuela. PEN Internacional da seguimiento a la detención y liberación de la escritora venezolana Milagros Mata Gil (@mmatagil), miembro de la Academia Venezolana de la Lengua, y del poeta Juan Manuel Muñoz el 31 de marzo de 2021 en Caracas, Venezuela".

La poeta Yolanda Pantin, recientemente galardonada con el premio Federico García Lorca, escribió en Twitter:

"Una desgraciadamente circunstancia permite conocer el nombre de Milagros Mata Gil y reconocer su obra literaria. También su coraje. Sus carceleros, instigadores del odio, no podrán con ella".

Sobre el artículo, la poeta, también escribió:

"Por cierto, la crónica por la que fue detenida Milagros Mata Gil ayer, es una ‘pequeña pieza’ del género".

A lo que la poeta Jacqueline Goldberg agregó:

"Justo comentaba que tiene ritmo poético".

Y agregó Goldberg, en otro tweet, una vez se supo de la excarcelación al día siguiente:

"Liberados con medidas cautelares. Tan injusto y arbitrario como su detención y la noche que pasaron a la intemperie".

La escritora Ana Teresa Torres, comentaba irónicamente en Twitter:

"Un amigo escritor me recuerda que en La escribana del viento describí el encarcelamiento de una mujer mayor. Era en el siglo XVII, ahora no pasan esas cosas".

Y el escritor Jan Queretz inició una recolección de firmas en una petición dirigida a Comisión Interamericana de Derechos Humanos denunciando la detención arbitraria, documento que ha recogido 1.004 firmas a la hora en que escribo estas líneas y que ha sido difundido, entres otros, por intelectuales como Antonio López Ortega, Gisela Kosak, Miguel Ángel Campos, Nelson Rivera. También se pronunciaron escritores e intelectuales y defensores de derechos humanos como Elías Pino, Juan Carlos Méndez Guédez, Juan Carlos Chirinos, Juan Guerrero, Carol Prunhuber, Gonzalo Himiob...

Ocho academias venezolanas emitieron un comunicado conjunto, al igual que la Asociación de Academias de la Lengua Española, que agrupa 23 correspondientes en España, América, Filipinas y Guinea Ecuatorial.

Como todo lo que sucede en Venezuela, la detención de Milagros Mata Gil y Juan Antonio Muñoz, también sacó a relucir las miserias de muchos. El silencio de algunos intelectuales acólitos del régimen y de los mismos opositores fue escandaloso.

No obstante, al día siguiente de la detención, la Universidad Nacional Experimental de Guayana, UNEG, cuyas autoridades, algunos, son de tendencia oficialista, emitió a través del Centro de Investigaciones y Estudios en Literatura y Artes, del cual Milagros Mata Gil es miembro fundadora, un contundente comunicado. En él expresan su repudio:

"Los miembros del CIELA nos hacemos solidarios con Milagros Mata Gil y su familia en este difícil momento, expresamos nuestro repudio a la acción intimidatoria contra ella y exigimos a las autoridades su liberación inmediata junto a su esposo".

Así son las cosas en el no-país. Con todo sale a relucir la división. Ese ha sido un logro chavista. Y de cualquier evento saltan los aprovechados para pescar en río revuelto. No sería de extrañar que en lo que queda del caso, porque esas cosas de la no-justicia en el no-país pueden durar años, algunos se valgan del mismo para ajustar cuentas: un fiscal, un abogado, un juez, un policía que tenga algún "recibo” pendiente con alguien de poder, que resulte incómodo al régimen.

Milagros Mata Gil ha sido excarcelada al día siguiente de su detención. Le han dictado medidas cautelares. La escritora debe presentarse cada 30 días, no puede escribir más de la Fiesta Mortal, ni del fiscal del régimen, ni de los árabes. Ha sido medicada con algunos tranquilizantes suaves. Le han retenido la cédula de identidad. Le han quitado su teléfono móvil, se lo devolverán cuando el fiscal oficie al GAES, eso quiere decir que quién sabe hasta cuándo estará sin celular, lo que la tiene bastante incomunicada; a merced de que llegue su hijo o algún amigo y le permitan usar su teléfono.

La calidad y solidez de la obra de Milagros Mata Gil está comprobada y tiene su sitial en la historia de la literatura venezolana. Yo no puedo decir si Tarek es buen o mal poeta. Nunca he leído su poesía. Apenas lo recuerdo de antes de ser esbirro del régimen como un niño que apareció en un festival de poesía en Mérida arreado por su madre, quien iba de medio en medio y de periodista en periodista, promocionando a su niño prodigio, a su niño poeta.

Digo, no sé de la calidad de sus poemas. Algunos aseguran que es muy mal poeta. No lo sé. De lo que sí estoy convencido es de que buena persona no es y de inteligencia, digamos que es escaso.

Gracias a su torpeza, lo que pudo no haber pasado de un post en Facebook, visto por 30 amigos de Milagros y pasado a 20 contactos de wasap, terminó siendo una muestra más de la calaña del fiscal y de la esencia autoritaria del régimen. Hasta el diario El País ha rebotado la noticia en una nota firmada por Alonso Moleiro. Eso debe tener a Tarek tomando merengadas de psicotrópicos, calmantes, ansiolíticos. Quedar ante el mundo y ante la historia como verdugo de escritores no creo que estuviera en sus planes originales, ni en los de su madre, cuando inflaba el pecho para mostrar a su creatura a los medios. Supongo que los privilegios del poder y el dinero, compensan bastante ese cambio en su destino.