La caricaturista venezolana Rayma Suprani trae la exposición de sus trabajos a Madrid y Barcelona con piezas únicas que hablan de la diáspora venezolana en España. En Madrid estará en InCasa Studio (C/ Villanueva, 5) del 24 de septiembre al 30 de octubre. En Barcelona estará del 15 de octubre al 7 de noviembre, en la Galería La Plataforma (C/ Pujades, 99). Ambas entradas son gratuitas.

La periodista y caricaturista venezolana Rayma Suprani se reunió con los miembros de Venezuelan Press tan solo 24 horas antes de la inauguración de su exposición “Yo Inmigrante ” en Madrid. La muestra consta de 35 piezas únicas de distinto tamaño cuyos protagonistas retratan sentimientos, anécdotas y sensaciones de los inmigrantes venezolanos en España.

“Traje cotillón”, fueron sus primeras palabras para los periodistas. En efecto, en los sitios de los asistentes había una caricatura suya en formato postal en donde aparece una maleta que contiene un toro sonriente en medio de una pareja conformada por un torero con traje de luces de bandera venezolana y una mujer apretujada. Encima lleva la frase: “La maleta perfecta es donde cabemos todos…”.

De equipajes grandes, pequeños, livianos y el contenido emocional de las valijas de cada migrante habla esta exhibición que Rayma Suprani presentó ya en Miami y Houston. Aunque la temática es la misma, cada edición es única porque la dibujante crea piezas adaptadas a cada ciudad donde se presenta. No es lo mismo ser un inmigrante venezolano en Florida, que en Texas, Madrid o Barcelona.

“Hago un estudio de la iconografía de la ciudad, de las cosas que oigo y veo a mis amigos que se han mudado a ellas. Hago un proceso creativo con mi archivo mental porque a los caricaturista nos encanta ver, no paramos de mirar, entonces trabajo con eso que tengo en la cabeza y lo vuelco en el papel”, contó.

Para hacer las caricaturas de la exposición se documentó mucho, leyó sobre el síndrome de Ulises, sobre los miedos, las fobias, la impericia frente a los cambios de los migrantes novatos. Se dio cuenta de que el tema es infinito y empezó a acotar. Para Madrid eligió el toro- aunque no es taurina y está en contra del maltrato animal- porque forma parte de iconografía de la ciudad, pero también porque las maletas de los migrantes están llenas de situaciones que enfrentar, las que dejas atrás y las que vienen.

“Hay mucho que torear en este viaje de inmigrante. Ese toro representa los cambios, lo que no podemos controlar”, dice. Para la muestra de Barcelona diseñó el concepto de “La maleta sagrada”, inspirada en la obra de Gaudí que atraviesa a la ciudad condal. Rayma Suprani, que mezcla en su obra la reflexión, con denuncia y humor, desea que la expo sea esperanzadora.

“No creo en una esperanza boba, sino en aquella que inspira a que trabajemos por ser mejores y trabajar para ser lo mejor de Venezuela, ser una diáspora de calidad y no arrastrar a los nuevos países todos los vicios que nos llevaron al horror”.

Tanto en Miami como en Houston, “Yo Inmigrante” tuvo alta receptividad entre los miembros de la comunidad venezolana y muchos llevaron a sus hijos nacidos y criados en Estados Unidos para que disfrutaran de las piezas y para hablarles de Venezuela y que no olviden de sus orígenes.

“Es un ejercicio oral que tiene que hacer los padres. Así lo hicieron mis abuelos conmigo. Tenían su baúl con el que se habían ido de Italia a Venezuela. Te contaban como huyeron de la guerra. A uno eso le parecía cinematográfico y muy lejano. Ahora nos tocó y tenemos que construir ese relato para los más pequeños si es que queremos que sepan que sus familia también huyó de una tragedia”, comenta.

Nieta de inmigrantes italianos, caraqueña y residenciada desde hace cuatro años en Miami, Suprani se siente y reconoce venezolana, pero dice que a veces no sabe ni de dónde es y que ese sentimiento no le molesta.

“En ese sentido soy una rara avis, no me disgusta esa sensación, pero es verdad que todos buscamos una identidad, tenemos una referencias y que nuestra maleta va cambiando con el paso de los años. Si todo pasara y hubiera un regreso a Venezuela, la maleta la tenemos que llevar llena de tolerancia y libertad, que es lo que hemos aprendido en los países destino”.