Tepizzare: Comida venezolana en Madrid ¡a lo grande!
Si algo define a Tepizzare es el tamaño de sus raciones: son gigantes. A este restaurante de comida venezolana en Madrid hay que llegar con mucho hambre y pocas tonterías… La carta es tan buena que pides “para empezar, por favor” un entrante, otro entrante, un plato principal, y una bebida. En minutos, te das cuenta de que tienes en la mesa unos tequeños grandotes, unos tostones grandiosos, un pabellón descomunal, una chicha inmensa y que, además, hay que guardar espacio para el fabuloso tres leches, consciente de que dejarse algo en el plato sería un sacrilegio. Así las cosas, más que un restaurante, es una evocación.
Los hermanos Kerid y Kevin lo han sabido hacer. En 2017, cuando abrieron su primer local en el número 10 de la calle Orense, se dieron cuenta de que sus comensales querían “algo más” y enseguida se pusieron manos al fogón. En poco tiempo, ese “algo más” convirtió las primeras pizzas en una adaptación de la carta venezolana al mercado español, y enseguida atrapó a ambos públicos: por auténtica, a unos, y por generosa, a otros. Conservó, eso sí, el nombre inicial, “pizza” porque fue lo que primero hicieron y el “Te-re” -del principio y el final de la palabra- porque así se llama la madre de estos jóvenes: Teresa.
Volver, volver
No, no es una canción, “volver, volver” es la clave del buen vendedor: lo importante del negocio no es que alguien consuma tu producto una vez, sino que vuelva. Y en eso, Tepizzare también lo ha sabido hacer.
En lo personal, mi primera vez en Tepizzare fue porque una amiga me animó. La otra decena ha sido porque he querido probar plato a plato. Así sé que sirven los tequeños con salsa de guayaba y nata, y que los tostones están bañados de ajomango. Supe hace poco también que habían abierto un nuevo local en el número 15 de la calle Ventura de la Vega, así que lo visité y me encontré con un restaurante moderno en la primera planta y unos bellísimos arcos de ladrillo visto cual bodega de vinos y decoración tropical, en el sótano.
Y como yo, estoy segura de que cliente que va, cliente que repite y, además, lleva al amigo cumpleañero, el viernes; a la familia entera con todo y suegra, el domingo; a los vecinos divertidos, el martes; y al serísimo jefe, el jueves, porque… ¿dónde va a encontrar una chachapota como esa en un ambiente como este a un precio como ese?
Reina pepiada y otros homenajes
Susana Duijm, la primera Miss Universo venezolana allá en 1955, se sentiría muy orgullosa de saber que la arepa que se creó en su honor -la reina pepiada- hoy está en prácticamente todos los rincones del planeta, y que en Tepizzare el relleno es doble: de pollo mechado, de aguacate y de mayonesa. Hermoso, pues. Como ella.
Telita, queso blanco, pelúa, pabellón criollo, queso amarillo, carne de ternera, dominó, sifrina, pernil. ¿Y esto qué es? Los rellenos del resto de las arepas, y de algunas cachapas. Quienes no hayan probado este concepto genuino y a lo grande, atrévanse. Volverán. Por las raciones tipo Gran Sabana, por el sabor a caraotas de la abuela, por el olor a Margarita, por los precios, por la polarcita fría o por la sonrisa gaitera del personal. Pero les aseguro, volverán.