“La noche de las dos lunas tiene parte de nuestro ADN”
Venezuelan Press arrancó su temporada 2019-2020 conversando con el actor y director de cine, Miguel Ferrari, y la dramaturga, Lupe Gehrenbeck. La velada, a la que asistieron una veintena de periodistas venezolanos, sirvió para conocer más sobre La noche de las dos lunas.
Miguel Ferrari presenta en las salas de cine de España su más reciente película: La noche de las dos lunas, una coproducción hispano-venezolana que cuenta con un guión coescrito por la dramaturga Lupe Gehrenbeck. Ambos creadores se reunieron en el restaurante Apartaco para conversar sobre las vicisitudes de rodar una producción cinematográfica en Venezuela y la entrega inalterable de los actores que han dado vida a una historia que, desde ya, se perfila como una fuerte candidata a los Premios Goya 2020.
Miguel Ferrari y Lupe Gehrenbeck, respetadas figuras en el mundo cultural dentro y fuera de Venezuela, comparten una complicidad producto del ir y venir de los venezolanos en la diáspora. Ambos mantienen intacta la vena creativa y se encontraron un día en una boda, fuera de las fronteras de su país de origen, con la determinación de hacer algo juntos.
De ese deseo, como si se tratara del encuentro de dos amantes que desean concebir una vida, nació el guión de La noche de las dos lunas, una obra que ahonda en el tema de la maternidad subrogada y el dilema bioético que se genera cuando los embriones de dos parejas son intercambiados por error en una clínica de fertilidad.
Padres en celuloide
Miguel, actor y cineasta meticuloso, y Lupe, enamorada del teatro, son los padres de esta criatura que, aunque ambientada en Caracas, tiene una historia que funciona en cualquier otro lugar. La trama está inspirada en un suceso real (el intercambio de embriones ocurrió en una clínica de fertilidad en Italia), aderezada con el drama que implica que una de las parejas sufra un aborto y desee conservar a su hijo biológico, que se encuentra en el vientre de la otra madre.
Así, La noche de las dos lunas tiene muchas vidas, corazones y motivaciones encerradas una dentro de otra, como si se tratara de una matrioska. Miguel y Lupe la reconocen como su hija, pues cada quien ha dejado algo suyo en la creación de los personajes.
"Esta película será mi legado. No tengo hijos, pero espero que, en un futuro, vean esta película y comenten cómo era la ingeniería genética en esta época, que hablen del matrimonio igualitario como algo normal y que hasta les parezca gracioso cómo se trataban estos temas hoy", reflexiona Miguel.
Por su parte, Lupe inyecta a la trama las inquietudes de dos mujeres deseosas por ser madres, con vidas y realidades diferentes. Aprovecha la historia para plantear la necesidad de reformular los códigos éticos en torno al tema de la maternidad subrogada y los vacíos legales (y morales) que puede suponer la ingeniería genética. Ambos creadores aclaran que no pretenden hacer juicios de valor, sino poner sobre la mesa un asunto polémico debido a la inequidad que muchas veces lo rodea, como la explotación de las funciones reproductivas de la mujeres más vulnerables.
La aventura de hacer cine en Venezuela
Para Miguel Ferrari, lograr la realización de esta película en Venezuela fue toda una hazaña que no habría conseguido de no ser por la disposición de los actores, la participación de múltiples socios esparcidos por el mundo (lo cual, lógicamente, reduce la ganancia) y la cofinanciación del Gobierno de España.
"Todas las semanas teníamos que cambiar divisas para sufragar gastos. Hacer un presupuesto era casi imposible, porque los precios variaban semanalmente. Tuvimos que invertir en seguridad porque manejamos equipos de miles de dólares en la calle, alquilados. Dependíamos de plantas eléctricas que muchas veces dejaban de funcionar también. Gran parte del elenco se encontraba fuera de Venezuela y se encargó de pagar sus pasajes para ir a rodar. Por eso, siempre se ha resaltado el valor que los actores venezolanos dan a nuestro cine. Muchas veces no cobran lo justo, a diferencia de los técnicos que cobran a rajatabla" explica el director.
El guión de La noche de las dos lunas se gestó entre varias ciudades. Ambos autores lo recuerdan con cariño y emoción. "La verdad es que un guión siempre es susceptible a cambios, hasta cuando se hace la prueba de color. Puede variar hasta el final", explica Lupe sobre el proceso creativo. Miguel la secunda al aclarar que "el papel lo aguanta todo", pero cuando los actores hacen la lectura te das cuenta de si funciona o no.
En la cartelera española
La noche de las dos lunas está en la cartelera española. En Madrid está en los Cines Renoir Princesa y en los Cines La Dehesa Cuadernillos (Alcalá de Henares). En Valencia está en los Cines Lys. Para permanecer en las carteleras españolas, la película requiere de una taquilla constante, por lo que su realizador invita al público a verla y recomendarla.
Cabe destacar que la película perteneció a la selección oficial del Montreal International Film Festival 2018 y su director espera poder repetir la hazaña de 2013, en la que se llevó el Goya a la Mejor película hispanoamericana por su debut con Azul y no tan rosa (2012).
Lupe Gehrenbeck aterrizó en Madrid con más buenas noticias bajo el brazo. El 27 de septiembre, a las 20:00 horas, presentará el libro Gregor Mc Gregor: Rey de los mosquitos y otras obras, de la Editorial Eclepsidra, en Cesta República (calle Válgame Dios, 6). El escritor venezolano Juan Carlos Chirinos dará unas palabras para presentar la publicación, que reúne ocho de las obras de la dramaturga.
Para finalizar el conversatorio, Miguel y Lupe hicieron una lectura improvisada de la pieza Ni que nos vayamos nos podemos ir, de la autoría de Gehrenbeck. Miguel volvió a sus orígenes como actor y encarnó a Elvira, una madre que se debate entre irse de Venezuela y quedarse con una de sus hijas, o marcharse con la otra (y sus nietos) que viven en Nueva York. Ambos actores, escritores y creadores regalaron a los periodistas de Venezuelan Press un pedazo de ese talento nacional que la diáspora lleva consigo para seguir haciendo país fuera de nuestras fronteras.
Gracias a Linda D'Ambrosio Morales, columnista, gestora cultural y miembro de Venezuelan Press, por hacer posible este encuentro.
Fotos: Carleth Morales y Alfredo Peña