El ocaso de los pobres diablos es la primera novela de Yuruany Villarroel, una abogada venezolana emigrada a España justo cuando el Gobierno venezolano paraliza el pago de las pensiones. Jubilada como jueza de la Fiscalía en la época de Escovar Salóm, resistió todo lo que pudo en el país, pero al final emigró para reencontrarse con una familia y una vida, hasta entonces ausentes por la crisis en Venezuela. Y al llegar encuentra, también, una pasión: la escritura, por la que drena sus angustias y carencias. Bajo el sello editorial Leibros, la jueza se estrena como escritora y presenta su primera obra en Madrid el 20 de junio, a las 19:00 horas, en La Rollerie (C/Plaza Mayor, 24). Entrada libre hasta completar el aforo. 

El ocaso de los pobres diablos es una obra que nos hará empáticos, acongojarnos o deleitarnos con las vidas de ciertos personajes, invitándonos a reflexionar sobre el rescate de los valores perdidos en el mundo y a salir del ostracismo, a través de mensajes para las mujeres maltratadas y advertencias para los maltratadores, en la búsqueda de un mundo ideal o al menos mejor bajo la premisa de:

“No hacer a otros lo que no quieres que te hagan a ti”.

Según su autora, en esta obra nos encontramos en un mundo real donde la corrupción y la violencia de género están a la orden del día, con dos clases de hombres, los catalogados como pobres diablos, maltratadores, adictos, irresponsables, corruptos, pillos, incapaces, y los excepcionales, siempre dispuestos a ser solidarios para contribuir al rescate de una sociedad en declive.

Se trata de una novela con visos de realidad presentada a través de su protagonista principal: Bárbara, una mujer joven, luchadora, talentosa, hija de padre español y madre latina. Tiene cinco hermanos, un hombre y cuatro mujeres, todos formados bajo tradiciones machistas inculcadas por el padre y secundadas por la madre.

La autora se hace en la obra dos preguntas: ¿Quiénes son los responsables de la debacle existente? ¿Serán los hombres catalogados como pobres diablos? Y así, la protagonista tiene un proyecto de país mediante el cual pretende potenciar a las mujeres para que tengan prioridad en el ejercicio de los cargos de elección popular, los que manejen fondos públicos y lo relacionado con la educación de las masas. Para cumplir dichos objetivos, las mujeres contarán con el apoyo de los hombres excepcionales, que estarán a la par de ellas en igualdad de condiciones, previa la obtención de una credencial expedida por el organismo competente que los califique como aptos, correspondiéndole la tarea a la Comisión Calificadora de Hombres Excepcionales (Cocahoex).

El texto tiene como objetivo hablar sobre un mundo ideal que implica desplazar a los pobres diablos y, de ser posible, rehabilitarlos para tratar de convertirlos en excepcionales. Para ello, novela una realidad en la que se crean distintas Asociaciones, como la de Pobres Diablos Anónimos y, en paralelo, de Familiares de Pobres Diablos Anónimos, donde han de acudir los afiliados, previa la aceptación de que tienen un problema de conducta y necesitan ayuda para resolverlo. En las asociaciones se reciclan experiencias de los asistentes con el fin de apoyarse unos a otros, pese a las polémicas o contenciones que surgen por disparidad de criterios.

Explícitamente, también se propone la creación de talleres, en este caso de crecimiento personal para los pobres diablos y sus parientes que necesitan manejar los traumas causados por la convivencia con familiares problemáticos y a la vez coadyuvar a la rehabilitación de los mismos. Y así, vamos a encontrarnos la figura de los terapeutas, cuya misión debería ser dar apoyo a las mujeres o compañeras de los pobres diablos para que aprendan a convivir con ellos y las ayuden a rehabilitarse.

Bárbara narra anécdotas conmovedoras y ejemplarizantes sobre las vidas de sus hermanos, parejas, familiares así como la de ella, todas detonantes para continuar en su proyecto de un mundo ideal. El ocaso de los pobres diablos es, en definitiva, una novela con muchos mensajes para el mundo real y la sociedad en la que vivimos, escrita en clave venezolana.