Por la libertad de prensa
Con motivo de esta celebración el 3 de mayo del Día Mundial de la libertad de prensa, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España FAPE alerta en el siguiente comunicado sobre sus amenazas:
La reciente campaña electoral española ha demostrado que la libertad de prensa sigue amenazada en España, donde a la todavía vigente “ley mordaza” se ha unido el discurso del odio hacia los periodistas y los medios.
Partidos como Vox han amenazado con el cierre de canales de televisión públicos y privados y han impedido el ejercicio libre del periodismo vetando el acceso de los periodistas de determinados medios a conferencias de prensa y mítines.
También se ha verificado durante la campaña que muchos partidos han recurrido a la desinformación para promover su estrategia electoral, si bien la labor de verificación de los medios ha servido en muchos casos para atenuar su impacto.
El reforzamiento de la disciplina de la verificación por parte de los medios es una muy buena noticia a destacar con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se conmemora el día 3 de mayo.
El año transcurrido desde la celebración del pasado año vivió una de las amenazas más graves a la libertad de prensa cuando un juez de Baleares ordenó la confiscación de los móviles personales, documentación y ordenadores de periodistas del Diario de Mallorca y de las agencias EFE y Europa Press que investigaban un caso de corrupción, en lo que supuso una flagrante vulneración del derecho constitucional al secreto profesional.
La extrema polarización de la política catalana ha impedido el libre ejercicio del periodismo en esa región autonómica al convertir a los periodistas en una de las principales víctimas, con insultos y agresiones en algunos casos.
La precariedad laboral, el deterioro de los salarios, el acoso en las redes a los periodistas, sobre todo a las mujeres, le desigualdad salarial entre hombres y mujeres, las presiones de los poderes y el sometimiento de los medios públicos a los intereses de los gobiernos de turno, contribuyen al deterioro de la libertad de prensa.
Los ataques a la libertad de prensa tienen como objetivo impedir que los medios de comunicación cumplan su misión de garantizar el acceso a una información libre, pluralista e independiente de los poderes políticos y económicos.
La Federación Internacional de Prensa, a la que pertenece la FAPE, advierte de que no puede haber libertad de prensa si los y las periodistas ejercen su profesión en un entorno de corrupción, pobreza o temor.
Los periodistas y los medios de comunicación nos enfrentamos a una serie de retos, como la desinformación, las presiones y la pérdida de la exclusividad de la intermediación entre los hechos y los ciudadanos, hoy en manos de las redes.
La única manera de enfrentarse a tales retos es apostando por un periodismo basado en la veracidad, verificado y contrastado con fuentes fiables, respetuoso con nuestros códigos éticos y deontológicos.
El periodismo de calidad, hecho con rigor y honestidad, es la mejor defensa que podemos levantar para proteger la libertad de prensa, pilar fundamental de los sistemas democráticos.
En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, abogamos por un periodismo que anteponga los intereses de los ciudadanos a los intereses de los poderes, que fomente la convivencia y la tolerancia y rechace la bronca y las descalificaciones.
La FAPE convoca a la sociedad para que se involucre en esa defensa porque cuanta más libertad de prensa exista mejor estará garantizado su derecho a la información.
Solo el reforzamiento de la libertad de prensa puede contrarrestar la ofensiva de aquellos que quieren evitar que los periodistas ejerzan un control independiente del poder.
La FAPE solicita igualmente al futuro gobierno que derogue los artículos de la “ley mordaza” que limitan el ejercicio libre del periodismo.
También reclamamos que se impulse sin demora y de forma transparente el concurso público para la elección de los miembros del Consejo de administración y del presidente de RTVE.
La libertad de prensa avanzará en nuestro país cuando tengamos medios públicos gestionados de forma ajena a los intereses de los gobiernos de turno y en los que predomine un criterio informativo basado en la independencia y la pluralidad.