César Salza: de amante de gadgets a influencer de tecnología
El periodismo tiene tantas caras como la sociedad. Y, sin duda, una de las más modernas y apasionantes es la de la tecnología. César Salza, periodista venezolano radicado en Madrid, lo ha experimentado en carne propia, y así nos lo cuenta.
Desde que trabajó en Venezuela en destacadas revistas y como columnista del dominical Estampas del diario El Universal, César Salza ha destacado por su pasión por los gadgets. Llevado por ésta, un día decidió irse a España, a la ciudad de Bilbao, para realizar un Máster de Periodismo Multimedia de la Universidad de País Vasco gracias a una beca de la Fundación Carolina, que culminó para volver a Venezuela, donde no duró mucho tiempo. La situación del país y el gusanillo de la tecnología habían hecho su efecto.
Cuando volvió a España, para quedarse, se afincó en Madrid, donde ha trabajado en diferentes medios de comunicación, siempre relacionado con una constante: la tecnología y las redes sociales. Y poco a poco, gracias a Twitter, Facebook y YouTube, César Salza se ha hecho un espacio en el mundo tecnológico.
La revista con más de 20 años en España Telefonía y Comunicaciones Para Todos y la extinta web tecnológica del diario ABC HoyTecnologia.com han sido parte de su escuela, así como su trabajo como responsable de la edición local de uno de los más prestigiosos medios de tecnología de habla hispana: CNET en Español, medio de comunicación con sede en San Francisco que lo fichó hace cuatro años para conducir sus operaciones desde Madrid.
Su pasión por la tecnología ha llevado a César Salza a colaborar con infinidad de medios de comunicación, tanto radio como televisión, en los que consigue mantenerse activo y actualizado en todas las tendencias, lo cual le ha valido también para trabajar para varias empresas del sector tecnológico en campañas de alcance local.
Unas cuantas preguntas
- ¿Qué se siente seguir trabajando en lo que te apasiona a pesar de no estar en Venezuela?
- Siempre me gustó la tecnología. Empecé en el grupo Sin Flash y sus revistas, luego en el grupo Gerente y más tarde en Estampas de El Universal. La verdad que es un orgullo decir que mi pasión empezó en Venezuela y que he logrado desarrollarla en España. Como es lógico, cuando llegué trabajé en lo que encontré, pero poco a poco me fui labrando un camino. La paciencia y la constancia sí dan sus frutos, aunque a veces nos desesperemos.
- ¿Por qué la tecnología?
- Mis primeros pasos en el periodismo fueron hacia la política, pero en El Mundo una compañera siempre tenía los últimos móviles del momento. BlackBerry´s enormes que yo veía con ilusión. Ella fue la culpable de que me enviciara con este sector y que lo hiciera mi pasión.
- ¿Qué se siente probar los dispositivos antes que el resto del mundo?
- Es una responsabilidad muy grande. Los fabricantes confían en ti para que pruebes los dispositivos y les digas qué te parecen. Tienes que ser justo y evaluar los productos en su medida atendiendo un montón de variables. Yo me lo paso bien.
- ¿Cómo llevas el fenómeno de las redes sociales?
- Son una gran responsabilidad. Las uso sobre todo para magnificar mi trabajo, aunque en Instagram soy más personal, no lo puedo evitar. Amo también Twitter por sobre todas las cosas.
- Pero también eres una estrella de YouTube…
- Bueno, estrella es decir mucho. Cuando me aburro, hago vídeos de tecnología. Yo no quería que fuese nada serio, pero una cosa llevó a la otra, y ahora estoy siempre pendiente de darle más a los seguidores. Poco a poco ha crecido mi comunidad y estoy muy contento.
- ¿Cuáles son tus siguientes pasos? ¿Qué estás tramando?
- Más vídeos, más radio y hasta TV. Hay algunas propuestas, pero hay que centrarnos, la vida moderna le quita horas al día, o simplemente ahora somos menos eficientes que cuando no había tanta tecnología… no lo sé, el tiempo lo dirá.
- ¿Nos cuentas un secreto?
- César Salza no es mi nombre artístico. Todo es culpa de Twitter. Cuando intenté crearme mi usuario @cesarconcepcion era muy largo, porque mi primer apellido es Concepción. Así que probé con el segundo, estaba disponible y, hasta el sol de hoy, todo mundo me llama @cesarsalza. Twitter tiene la culpa.