“Esperando al italiano” es un modelo del rol de la mujer latinoamericana
Carolina Perpetuo, Caridad Canelón, Hilda Abrahamz, Tania Sarabia y Carlos Mata. Son los protagonistas de Esperando al italiano y del conversatorio que los periodistas venezolanos organizamos en Madrid para conocer muy de cerca esta obra, y tanto, porque también compartimos con su autora, Mariela Romero, y su director, Tullio Cavalli. Lujazo.
Están el 8 de octubre en el Teatro Leal de Tenerife, y los días 9 y 10 de octubre en el Teatro Fígaro de Madrid, para quienes también quieran conocerlos. Más información aquí.
"Esperando al italiano es un modelo del rol de la mujer latinoamericana. Es una obra femenina mas no feminista, un monumento a la mujer, esa mujer que después de los 50 años quiere seguir viviendo” dice Carlos Mata, el único hombre del elenco.
Y su autora, Mariela Romero, lo secunda: “Aunque fue escrita en un momento concreto de la historia de Venezuela, es una obra internacional y completamente vigente, la más traducida a idiomas extranjeros. Esa es su magia”.
Así, en los espacios de La Despensa, un lugar muy agradable en el madrileño Mercado de La Paz, Venezuelan Press conoció, preguntó, escuchó y se fotografió con estos distinguidos personajes, representantes de la mejor época de la televisión venezolana. No todos han emigrado, la mayoría sigue demostrando su arte en la tierra que los vio nacer y se juntan una vez al año para representar esta obra.
“Hacemos lo que nos gusta” dice Hilda, y completa Carlos “es como comerse una arepa juntos”.
Esperando al italiano es una de las dramaturgas venezolanas más prolíficas y de mayor renombre. Cuenta la historia de tres amigas, un viejo cómplice y una alegre doméstica, en un ambiente clase media, que van exponiendo sus miserias mientras esperan la llegada de un italiano que han contratado a distancia para satisfacer sus frustradas vidas.
“Está muy bien escrita, es sincera, espontánea, no cae en lo vulgar” indica Tania Sarabia, que en la obra es la doméstica ordinaria y entremetida. “Cada personaje es diferente y habla desde su interioridad, atrapando al público desde el primer momento”.
Hilda Abrahamz representa un personaje desfachatado con matices de tragicomedia; Caridad Canelón da rienda suelta a su gran don de canto; Carolina Perpetuo es la desenfadada dueña de la casa, de clase alta venida a menos; y Carlos Mata encarna, con inteligencia y simpatía, el hombre que no hace nada por cambiar su situación.