Periodista venezolano Carlos Julio Rojas es torturado en una prisión militar
Sin poder ir al baño, ingerir agua, comida, amarrado y hacinado, el periodista y líder vecinal venezolano, Carlos Julio Rojas, ha permanecido en una celda de castigo de 2x2 metros en la prisión militar de Ramo Verde.
“A Carlos Julio se le encontró visiblemente afectado con mucho menos peso y algunas marcas en su cuerpo. Durante esos días, también le fueron robadas sus pertenencias: ropa, comida, dinero y hasta un rosario que cargaba en el pecho”.
Así lo relata su madre, Sol Rojas, tras poder visitar a su hijo luego de que estuviera incomunicado por dos semanas, en flagrante violación al sagrado derecho de visita al reo. Estas acciones violatorias de la normativa establecida en la protección de los derechos humanos y los acuerdos internacionales se han sistematizado en los últimos años en Venezuela hacia los ciudadanos, y en especial contra los presos políticos, como en el caso del periodista.
Cabe recordar que a Carlos Julio Rojas fue detenido ilegal y arbitrariamente el jueves 6 de julio en la ciudad de Caracas, mientras caminaba con una bolsa de patatas por San Bernardino. Fue acusado de portar granadas y juzgado por un Tribunal Militar por delitos castrenses: traición a la patria; contra la integridad, independencia y libertad de la nación; rebelión militar y sustracción de efectos pertenecientes a las Fuerzas Armadas. Rojas será recluido en la prisión de Ramo Verde.
Hacinado dentro de "El Tigrito"
La madre de Carlos Julio Rojas confirma que el periodista h sido torturado en “El Tigrito”, un espacio ínfimo de aislamiento con gran cantidad de presos, sitio en el que se le mantuvo seis días sin poder ir al baño y dos días más sin ingerir agua ni comida. Se trata de otro atropello a la protección del derecho a la vida sin justificación alguna.
“La situación está empezando a comprometer su estado de salud físico y mental. Hacemos responsables a los custodios de Carlos Julio por cuanto es evidente toda la violación de sus derechos humanos y controles excesivos mediante cámaras y cooperantes en el penal”, advierte Sol Rojas.
Al primer periodista venezolano imputado por delitos forjados en un tribunal militar y privado de libertad, se le torturó recientemente por mantener su genuina y activa preocupación por la información oportuna y veraz que se genera en el país debido al oficio que ha ejercido por más de una década casi como un apostolado social y en la que en su condición de presidio, incluso, se le ha negado hasta escribir.
La madre del líder del Frente Norte Caracas, reveló que su hijo también fue amarrado y castigado junto con el dirigente de Voluntad Popular del estado Carabobo, Carlos Graffe.
“La brutal decisión de someterlos a estas torturas es porque no pueden aplacar su real preocupación por los venezolanos que luchan desde sus tribunas por el rescate de la libertad y la democracia de Venezuela, aun cuando están totalmente incomunicados en Ramo Verde. El propósito es silenciar sus voces, sobretodo la de Carlos Julio que como periodista y luchador social ha trabajado por más de una década en función de resolver los problemas de sus vecinos y de todo aquél que le solicita ayuda”, expresó.
Denunció que este amedrentamiento contínuo por parte del SEBIN se ha extendido incluso a las puertas de la casa de la familia de Rojas en La Candelaria, donde se han apostado hombres con capuchas y armas largas desde hace más de 20 días.