Carta pública al Defensor del lector de La Vanguardia
Carta pública al Defensor del lector de La Vanguardia
Al Editor de La Vanguardia
y al periodista Andy Robinson
Reciba un cordial saludo en nombre de la Asociación de periodistas venezolanos en España Venezuelan Press, organización que agrupa en la actualidad a más de 200 profesionales de la comunicación radicados en España. Nos dirigimos a Ud. en la oportunidad de expresar nuestra crítica e inconformidad con la nota periodística firmada por usted, publicada el día 07/05/17 en el diario La Vanguardia bajo el título: “La verdad sobre el caso del violinista muerto”, por el enfoque, los datos incompletos y el lenguaje como se ha planteado el texto. Entre otros objetivos, nos ocupa difundir y multiplicar información periodística sobre lo que está sucediendo en nuestro país de origen.
Vista su larga hoja profesional, damos por sentado que Ud. entiende y sabe que en un conflicto y en escenarios tan polarizados como el que desde hace años se ha instalado en Venezuela, la verdad es una de las primeras víctimas. En este tipo de circunstancia, las fuentes siempre son interesadas y ofrecen versiones incompletas o tamizadas por lo ideológico, ante lo cual la máxima periodística de intentar contrastar puntos de vista no es solo una necesidad sino un imperativo para ofrecer a los lectores una aproximación lo más fidedigna posible a los hechos.
Por eso no deja de sorprendernos la ligereza como ha sido titulado el artículo, asumiendo que se trata de “la verdad” de un caso (el de la muerte de Armando Cañizales en las protestas en Caracas) que todavía se está investigando, en el que no hay de momento ni detenidos ni mucho menos acusados, y del que se tienen, al menos, dos versiones distintas. Pensamos que si bien es importante contar con fuentes oficiales y oficialistas, como en las que Ud. se basa para concluir que esa es la verdad, queremos subrayar que la complejidad del caso y la misma desconfianza en esas fuentes ameritaba un ejercicio periodístico más completo.
No se hace mención en el texto, por ejemplo, a los padres de la víctima, como tampoco a testigos que estuvieron en el momento en que ocurrió el hecho, o a los muchos videos que fueron grabados y difundidos en redes sociales. Medios periodísticos venezolanos de sólida solvencia como Efecto Cocuyo, que como en su texto recogen también la versión que ofreció el ministro del Interior, Néstor Reverol, mencionan que “los forenses que atendieron el cuerpo del joven en la morgue del hospital Domingo Luciani dijeron a los familiares que Cañizales murió por una bala que le perforó el cuello”.
También nos llama la atención que en su texto suscriba usted el lenguaje propio del oficialismo -aún cuando está en libertad de hacerlo- al hacer mención de "las protestas violentas organizadas por la oposición venezolana". De momento, no hay ningún solo dirigente opositor integrante de la Mesa de la Unidad Democrática que haya hecho llamados ni explícitos ni implíticos a la violencia. Y si Ud. los consigue le agradecemos que nos los haga saber.
En cualquier caso, varias muertes de las 44 que han ocurrido desde principios de abril en Venezuela, han sido causadas por acciones de los cuerpos de seguridad del Estado, como lo puede confirmar tanto en los partes que ofrece el Ministerio Público, como en declaraciones, incluso de gobernadores chavistas, como el del Estado Carabobo, Francisco Ameliach, que puso a dos efectivos a la orden de los tribunales con haber disparado a manifestantes en la ciudad de Valencia.
Es pública y notoria también la presencia de civiles armados afectos al gobierno, protegidos inclusive por elementos de la Guardia Nacional, que han participado en numerosas acciones violentas contra manifestantes opositores y propiedades privadas, como lo recogen registros fotográficos o videos certificados.
Echamos de menos en su texto, Sr. Robison, la omisión de datos que ilustran el escenario donde ocurren estos hechos corroborados por organizaciones independientes como Provea, Cofavic, Foro por la Vida, Foro Penal Venezolano, Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, Colegio Nacional de Periodistas, Instituto Prensa y Sociedad, entre otras, que certifican 44 muertes en el marco de las protestas, 1.668 arrestos de manifestantes; 18 periodistas detenidos y 152 agredidos por los cuerpos de seguridad del Estado y manifestantes, e incontables heridos por objetos contundentes y gases lacrimógenos.
Lamentamos que nada de esto se menciona en su nota. Pero más lo lamentamos porque los lectores de La Vanguardia no cuenten con una información más completa. Insistimos, se trata de una circunstancia muy compleja, con varios actores en el tablero, versiones encontradas y voces diferentes que lamentamos hayan sido prácticamente excluidas en el artículo.
También queremos resaltar otra imprecisión en su texto: no fue el gobierno de Hugo Chávez, mucho menos el de Nicolas Maduro, el que creó el Sistema Nacional de Orquesta y Coros juveniles e Infantiles de Venezuela. Se trata de una obra social y cultural del Estado venezolano, concebida y fundada en 1975 por el músico José Antonio Abreu, con respaldo del gobierno de Carlos Andrés Pérez.
Sr. Robinson, esperamos que nuestras observaciones, hechas con el mejor ánimo constructivo, contribuyan a enriquecer la visión con que se mira el conflicto venezolano. En ese mismo espíritu y en la oportunidad en que Ud. se encuentre en Barcelona, Venezuelan Press le hace una invitación formal a participar en un conversatorio -habitual en nuestra organización con personajes de relevancia- para ampliar la información aquí referida, seguros de que servirá para acercar ambas versiones en aras de procurar un mejor periodismo.
A la espera de su pronta respuesta, reciba un cordial saludo, Venezuelan Press.