Gaia es un nuevo espacio gastronómico plural y camaleónico que ofrece cocina moderna de autor en una agradable atmósfera. Tiene el sello 'made by venezuelan' producto del emprendimiento de la familia Affili, donde una periodista, un chef y un gerente han sido capaces de concebir arte culinario.

Gaia –la madre Tierra- es el nombre que recibe la hipótesis interpretativa de que La Tierra está viva, siendo considerada un único ser que fomenta y mantiene unas condiciones adecuadas para sí misma. Por lo tanto, abarca el todo que todos conocemos y, siendo parte de Gaia, estamos todos conectados.

De esta interesante teoría deriva el nombre que identifica al nuevo restaurante madrileño ubicado entre la Glorieta de Bilbao y San Bernardo, donde se busca generar una conexión diferente entre la propuesta gastronómica y el comensal. Detrás de cada plato existe una historia, sumando a horas de rigurosa preparación con cocciones a baja temperatura para preservar las propiedades organolépticas del producto.

Platos únicos de la autoría del chef de oficio Walter Schirra, quien tiene influencia ibérica, mediterránea, lusa, latina y asiática, propia de la globalización que nos inunda y mantiene a la vanguardia del mundo en materia gastronómica. Y como parte de la magia que se busca transmitir, la carta está diseñada sin reglas, sin orden específico y con porciones ideales para compartir y degustar.

En la esquina entre calle de Carranza y calle Ruiz se ofrecen desayunos, comidas y cenas en una atmósfera que se adapta a cada ocasión. Y, por supuesto, una buena comida siempre debe acompañarse de una buena bebida: vinos interesantes, copas y cócteles de preparación artesanal también se encuentran a la orden del día.

El diseño del lugar tampoco pasa desapercibido. El ambiente de Gaia es nórdico, con mobiliario danés en su mayoría. La decoración es casi nula, porque el ambiente no es más que un escenario donde el protagonista principal es el plato que se ofrece a la mesa.

¿Un abreboca?

Steak tartar con mayonesa de curry rojo ahumado y brotes de chile (en la foto); Humus agrio con chips de taro y melaza de granda; Burrata trufada casera con tomatillos guisados, sal volcánica y carasatu de ceniza; Cremoso de chocolate con naranja pasión y sableé...