Te parto las piernas y te regalo las muletas

Horrible el título de hoy, alude a lo que ocurre en Venezuela. Es lo que hacen los comunistas con los países que tienen la mala suerte de ser gobernados por ellos. Qué humillación la que sufre nuestro pueblo al recibir comida como limosna. ¡Qué falta de respeto para la gente que vive penurias!

Estos bichos malos están acabando con el país. Casi no queda nada. ¡Pero de verdad nada! Es indignante hacer degradantes colas para tratar de comprar algo el día que corresponde por el terminal del número de la cédula, y es alarmante comprobar que, cada vez, hay menos que adquirir.

Estos comunistas ineptos nos están llevando a la ruina económica y moral. De nada vale tener dinero. Ni Pobres ni ricos consiguen nada y si consiguen algo, es a precios inaccesibles.

Qué increíble el estado de desabastecimiento de las panaderías por falta de harina ¡Eso jamás se había visto! No hay leche. No hay café ni agua mineral. No hay alimentos, ni medicamentos básicos. Estos irresponsables acabaron con las siembras de caña de azúcar del estado Aragua. Hoy, lo que eran tierras fértiles, parecen ruinas después de un bombardeo.

Éramos un país exportador de arroz. Ese producto ahora no existe. Sólo se consigue el de consumo animal y se les está dando como chicha a los niños. Y ni hablar de los productos de limpieza y de higiene. Por cierto, y esto lo vi en la redoma de Petare: un buhonero, por cien bolívares, ofrecía echarle desodorante en spray a la gente que pasaba. Kafka, Dalí y García Márquez, jamás habrían imaginado una situación semejante.

Los comunistas arruinan. Después aparecen en tu casa con una miserable bolsa de insumos de última calidad, fingiendo que te están ayudando. La idea de esta aberración es controlar a la gente con una ignominiosa dádiva. El mensaje: apóyame o no te doy más comida.

Los comunistas hacen indigno algo que de por sí ya lo es: la pobreza. El objetivo es abominable. Mientras más pobre y más necesidad tenga la gente, más fácil será controlarla. Por eso inventan tarjetas de racionamiento y censos casa por casa para regalar comida.

Casi todos los regímenes comunistas, tal y como ocurrió en la Europa Oriental y ocurre ahora en China y en Cuba, hechos los locos, después de devastar a sus pueblos, intentan regresar al punto de partida, el que tenían antes de las involuciones disfrazadas de revoluciones.

Como me dijo un cubano: comunismo es un periodo de transición inútil entre capitalismo y capitalismo.

@claudionazoa