Martín Brassesco: “Donde quiera que vaya el teatro es mi vida”
Reconocido actor teatral y de telenovelas en Venezuela, ahora incursiona como productor y guionista de su primer cortometraje, “The Traveller”. Martín Brassesco relató a periodistas venezolanos en Barcelona su experiencia de supervivencia en Cataluña donde reside desde hace más de 12 años.
A cada quien le aprieta el zapato de manera distinta cuando decide incursionar en otras tierras. Martín Brassesco dejó a un lado sus éxitos como modelo, actor de teatro y telenovela para extender en tierras catalanas su pasión por las tablas. “No fue nada fácil”, advierte, a modo de evocación, ante el grupo de periodistas, en la primera actividad de acercamiento de Venezuela Press Barcelona con venezolanos residentes de este lado de la geografía española.
Nacido en Uruguay, pero obligado de niño, junto a sus cuatro hermanos y sus padres, a asilarse en Venezuela en el periodo sombrío de las dictaduras militares de Argentina, Uruguay y Chile en los años 70, Martín descubrió temprano en Caracas la magia del teatro, y a partir de entonces selló un pacto de vida con la actuación, lo que le ganó rápidamente el éxito y la fama.
Modesto, amable y tocado por ese don de la sinceridad, Martín Brassesco recuerda ahora que vino a Barcelona en busca de tranquilidad pero, sobre todo, “impulsado por el amor”. Pero sus primeros días en una ciudad que le flechó al primer instante no fue nada fácil.
“Fui repartidor de pizza, mesonero, cargué cajas y otras actividades para ganarme el pan, pero no renuncié a mis deseos de triunfo; y cuando creía que iba a tocar fondo, me levantaba, volvía a empezar donde había dejado inconclusos mis sueños”.
Hoy la ciudad condal es el bunker desde donde amplía la internacionalización del oficio. Viaja a otros países para actuar como invitado en obras o incluso contratado como actor de cuñas publicitarias de la TV española, británica o estadounidense. Siendo sus últimas telenovelas "Mi ex me tiene ganas" y "Un esposo para Estela" de Venevisión. Sus trabajos son como cuentos interminables y deliciosos.
“Protagonicé una película para televisión hace tres años, La torre de Babel; una campaña publicitaria de Peugeot para 23 países; una participación en la exitosa serie televisiva Pelotas de TVE y una temporada teatral de cinco meses de Crónicas desquiciadas, con un equipo hispano-venezolano”.
Escucharlo fue para los periodistas que atendieron a la cita en El Rincón de la Abuela un bálsamo contra el pesimismo que impregna la experiencia de vivir fuera de Venezuela. “A pesar de cuanto me ha tocado padecer, amo Barcelona, y la mentalidad progresista de los catalanes, su proximidad con el Mediterráneo. Esa tendencia a la informalidad y la cultura progre me estimulan a soportar los rigores del esfuerzo diario”.
Su primera incursión en el cine, del lado de la producción está por llegar con el cortometraje “The Traveler”, rodada en el hotel Brummell, dirigida por Milo de Prieto, guión, producción e interpretación de Martín Brassesco y Molly Malcom, a estrenarse el 30 de abril en Barcelona. Contó con un equipo de lujo integrado por el director de fotografía Luis Sisinno, la cámara de Massimo Perego, como ayudante de dirección y script a Elizabeth Urbina, música original de Toby Martin y tema musical de Nana Cadavieco, maquillaje de Maga Rincones, en la mezcla de sonido a Óscar Riera y fotografía de Andrés Rodríguez.
Antes, Brassesco tiene en su aval como actor de cine en el cortometraje “La Recaída”, dirigido por Elizabeth Urbina, “Liz en Septiembre”, largometraje dirigido por Fina Torres y “Torre de Babel” de Giovanna Ribes.
En teatro su incursión ha sido marcada con obras como "Pablo Neruda viene volando", "The traveler", que ahora será llevada al cine, "Mátame, mamá", entre otras.
Para los periodistas no fue difícil intimar con Martín, porque el Brasessco que lleva como apellido ha sido en las redacciones de los diarios de Caracas un abracadabra para la lectura: su padre, Esteban, inauguró la modalidad de la venta itinerante de libros, “a crédito”, a jóvenes y viejos periodistas. Un aporte que tal vez no ha sido valorado en su más bella dimensión. Además dos hermanos, Javier y Pablo (fallecido) estuvieron ligados a los diarios El Universal y El Nacional. Por eso confiesa que no le fue nada extraño iniciarse en el teatro a los 13 años en la ruta del teatro.
“Desde muy pequeño ya me había leído varios libros. Recuerdo que a esa edad, estaban pidiendo jóvenes para entrar al teatro, y yo me atreví a pisar un escenario por primera vez y para convencer al jurado recité un texto de Macbeth, vaya lío del que salí victorioso”.
Y desde allí, su carrera fue progresando y afianzándose, “pero sobre todo fue el teatro que realmente ha entrado en mis extrañas”. Regala a modo de despedida una palabra: el atrevimiento, la clave de su éxito y de los sueños que están por venir. Todo dentro de ese universo que es el teatro, porque, como decía el célebre director Peter Brook, “cuando el teatro se vuelve necesario, no hay nada más importante fuera de él”.