Paco Peregrín: “Ganarle una demanda a Btob Marketing ha sido una cuestión de honor”
La agencia de publicidad Btob Marketing ha sido condenada por plagio. La hazaña la ha logrado el conocido fotógrafo Paco Peregrín que ganó la demanda, tras nueve años de litigio, al demostrar que había plagiado sus fotografías en una campaña publicitaria de la firma “UNO de 50”.
Se trata de un hecho sin precedentes en España a favor de los derechos de Propiedad Intelectual. Así, el Juzgado de lo Penal nº 9 de Madrid ha condenado a los tres socios fundadores de la conocida agencia a seis meses de prisión y multas por 90.000 euros, que aun no han satisfecho, algo que podría acarrearles más sanciones, incluso cárcel.
Ha sido el mismo Peregrín quien nos lo ha contado. En un conversatorio exclusivo con Venezuelan Press en Mocca Café, el fotógrafo relató los detalles de la historia: “La noche anterior al juicio no dormí, estaba en juego mi honor. Cuando me comunicaron la sentencia me sentí aliviado. Lloré de la emoción. Sabía que tenía razón”. El gremio lo apoya, muchos fotógrafos lo han llamado para darle las gracias "por atreverse a llegar hasta el final y luchar por sus derechos, que son los de todos".
Almería, 1976
Paco Paregrín nació en Almería en 1976, pero a los tres años de edad su familia se mudó a Sevilla, donde se crió. “Soy de Almería y también soy andaluz, no lo puedo negar”. Y ciertamente no lo puede negar, su acento, su calidez, su buen humor y, sobre todo, su humildad, lo delatan. Es de esas personas que con sólo hablar enamoran.
Gafas negras grandes, de pasta, muy grandes, rostro pequeño, jersey negro con puntitos blancos, pantalón a juego, voz calmada. Paco estaba sentado a nuestro lado contándonos cómo se había hecho fotógrafo, con la sencillez que sólo tienen los genios.
Se bebió un zumo de naranja, no le gusta el alcohol, y se comió unos tequeños venezolanos… “qué ricos”, dijo.
Estudió Bellas Artes en Sevilla, donde cuenta que se metió en cuanto curso de pintura, teatro y fotografía había, “me encantaban todas las manifestaciones artísticas y por todas pasé”. Cuando se tituló se fue a Madrid, convencido de que se tenía que “focalizar”. Comenzó trabajando como fotógrafo en una agencia de publicidad y poco a poco fue descubriendo que allí estaba su nicho.
“Me he llegado a preguntar por qué no estudié sólo fotografía desde el principio, pero ahora estoy seguro de que si no hubiese pasado por Bellas Artes y todas esas manifestaciones artísticas en las que me metí, mi trabajo no tendría la misma perspectiva, además, soy andaluz, llevo el barroco en la sangre. Al final, el resultado de lo que haces lleva el sello de lo que has vivido” reflexionó.
Recrear la realidad
Paco Peregrín no fotografía la realidad, la recrea. Él construye las imágenes, pone el vestuario, pone la luz. “Me puedo tirar tres horas para lograr la escena perfecta, prácticamente no uso photoshop” nos explicó, y así entendimos cómo su trabajo lleva ese sello inconfundible que sólo identifica a los creadores.
-¿Cuál es tu mejor fotografía? -“Está por llegar”, respondió.
Está convencido de que la especialización es siempre mejor que la generalidad y que la clave está en ser creativo y destacar en algo específico en vez de saber de todo y no destacar en nada, “porque al final, cuando alguien busca un perfil como el tuyo, te va a buscar a ti”. Prefiere no decantarse por una marca de cámaras en particular, “lo importante no son los equipos, es la creatividad y el punto de vista”.
Recientemente, expuso en China su trabajo individual ‘Facing’, una muestra de 17 fotografías de 4 metros de altura en las que el elemento común era la fisonomía del rostro y las diferentes expresiones que éste adopta frente a los estímulos internos y externos. Nos mostró orgulloso su "libro" del evento, una edición limitada y exclusiva, en chino e inglés, más cercano a una obra de arte que a un compendio de fotografías. Y nos quedamos maravillados. Era espectacular.
Una cadena de mentiras
La historia de Paco Peregrín con Btob Marketing comenzó en 2007, cuando la agencia de comunicación le contactó para realizar una serie de fotografías, no retribuidas, que serían incluidas en una presentación a la firma “UNO de 50” con el fin de que la agencia se adjudicara la campaña de publicidad de dicha marca para el año 2008. Estaba el fotógrafo en pleno boom, porque acababa de hacerse con el Premio Nacional de Fotografía Nacional LUX oro en Moda y Belleza.
“Algo me dijo que tenía que dejarlo por escrito. Me negué a comenzar hasta que no me trajeran el papel donde firmaríamos que yo hacía el trabajo, sin cobrar, pero que si ‘UNO de 50’ se quedaba con ellos, el fotógrafo de la campaña sería yo”.
Ni él ni su equipo (modelo, estilista, maquillador) percibieron remuneración alguna por la concepción, desarrollo y ejecución de esas imágenes. Pero contaban con el compromiso contractual de la agencia. Y eso lo salvó.
Así, pasó una semana, dos, un mes, dos, tres… “Yo llamaba y nadie me decía nada, cuando estas cosas suelen ser muy rápidas. Nunca estaba el director, ni el subdirector, ni nadie que me dijese si les habían dado la campaña o no. Según su secretaria, siempre estaban de viaje. Y un día me llamó alguien de mi equipo y me dijo: Paco, has firmado con Btob Marketing la campaña y no has contado con nosotros. Tus fotos están en las marquesinas, en los autobuses, en la calle…”. Así se enteró de que le habían mentido.
Btob Marketing no sólo obtuvo la campaña de “UNO de 50” del año 2008, sino que -cuenta Paco- percibió alrededor de dos millones de euros por ella y contrató a un fotógrafo novato al que le pidió que “hiciese algo parecido”. Por supuesto, le pagaron una cifra muy por debajo de lo que habrían tenido que pagarle a Peregrín, pero no sólo es eso, sino que, como no era el creador de la campaña, cometió errores como que “no se veían los anillos en la mano de la modelo”.
Nueve años de litigio, abogados, testigos falsos, dilaciones, mentiras y demás triquiñuelas tuvieron feliz término el pasado 8 de febrero con una sentencia que acuerda la sustitución de 6 meses de prisión por 12 meses de multa y el pago de una indemnización en el plazo de 15 días a los tres propietarios de la agencia. “Durante el proceso nos dimos cuenta de que podíamos provocar el cierre de la agencia y dejar en la calle a todos sus empleados, por eso recomendé a mis abogados que sólo pidiesen la pena mínima. No era una cuestión de dinero, era una cuestión de honor”. Y de esta manera, Paco Peregrín duerme hoy con la conciencia tranquila, la satisfacción de haber sentado precedente en España por derechos de Propiedad Intelectual y con las ganas de trabajar algún día con la firma “UNO de 50”, "porque a ellos les engañaron tanto como a mí”.