La fotografía de Tito Caula en formato PHotoBolsillo llega a Madrid
La obra del fotógrafo Tito Caula en formato PHotoBolsillo será presentada en Madrid este miércoles 25 de noviembre, a las 19:30 horas, en La Fábrica (Calle Alameda, 9), por Diana López, directora de Archivo Fotografía Urbana, y Doménico Chiappe, coordinador de la Biblioteca PHotoBolsillo.
La Colección PHotoBolsillo inicia una colaboración con el Archivo Fotografía Urbana de Venezuela, institución dedicada a la conservación, difusión e investigación de la memoria urbana a través de la fotografía. Con el objetivo de dar a conocer la obra de diferentes fotógrafos venezolanos, editarán conjuntamente cuatro volúmenes de la Colección PHotoBolsillo.
El primero de ellos es éste, y reúne el trabajo de Tito Caula. Le seguirán los PHotoBolsillos dedicados a Alfredo Cortina y Barbara Brandli. Caula, argentino radicado en Venezuela, dibujó con su cámara el panorama social y político de la Venezuela de su época. El libro recoge 63 fotografías en blanco y negro realizadas entre 1945 y 1978, entendidas como crónica periodística y urbana del día a día político y social del país.
El nuevo ejemplar de la Colección está prologado por la docente, ensayista y curadora Lorena González Inneco, y por el fotógrafo, artista, editor y curador Vasco Szinetar.
La Colección PHotoBolsillo lanzó en 2010 sus primeros volúmenes dedicados a fotógrafos internacionales, creando la Biblioteca de Fotógrafos Latinoamericanos PHotoBolsillo. Cinco años después la colección inicia una colaboración con el Archivo Fotografía Urbana, institución dedicada a la conservación, difusión e investigación de los distintos tiempos de la memoria urbana a través de la fotografía y otros soportes afines, con sede en Caracas, para dar a conocer y promocionar la obra de diferentes fotógrafos venezolanos.
El autor elegido para iniciar esta colaboración es el fotógrafo argentino radicado en Venezuela Tito Caula (Argentina, 1926 - Venezuela, 1978) quien se inició en la fotografía como fotógrafo de cámara fija dentro de la industria cinematográfica. En 1960, cuando emigró junto a su familia a Venezuela, comenzó su labor como fotógrafo publicitario y documentalista. Rama, la de la fotografía publicitaria, a la que terminaría dedicándose más exhaustivamente, fundando en 1967 un estudio de fotografía, Artyphot, junto a su mujer Amparo Quinteiro.
El nuevo ejemplar de la Biblioteca de fotógrafos latinoamericanos reúne 63 fotografías en blanco y negro que recorren la trayectoria de Tito Caula desde el año 1945 hasta su muerte en 1978.
En palabras de la docente, ensayista y curadora Lorena González y el fotógrafo, artista, editor y curador Vasco Szinetar, quienes prologan el libro, el archivo de Caula «remite a una mirada profunda sobre el curso prolífico de lo humano, incluyendo un sumario revelador que despliega la apuesta personal emprendida por el fotógrafo una vez concluido el trabajo solicitado por otro. De este modo, a través de dos territorios unidos en un mismo archivo (la fotografía por encargo y la desarrollada por la propia intención), se inauguró en su producción el enclave de distintos periplos interconectados por el ejercicio diario de la toma».
El fotógrafo argentino dibujó con su cámara el panorama social y político de la Venezuela del momento. Reflejó desde sucesos destacados de la vida cotidiana del país, a conflictos y manifestaciones de la naciente democracia venezolana. Sus imágenes sirvieron de crónica periodística, pero también de crónica urbana pues no faltan en su producción imágenes de la propia ciudad, de sus autopistas, construcciones y edificaciones.
Es en estas donde «la experimentación de técnicas y formatos novedosos enlazan el curso de un registro casi cinematográfico que se hilvana con el contrapunto narrativo de los diferentes niveles de lectura que hay en sus composiciones».
«Tito Caula siempre abordó los temas con un aparente tono menor. Sin invadir con la cámara fue capaz de captar las miradas de los personajes en su intimidad urbana. No buscó el efecto inmediato sino más bien la sorpresa de los protagonistas en un silencio activo. Así surgieron las elipsis y los bullicios del Yo frente al entorno, en sus propiedades y deterioros, en sus miserias y grandezas; un movimiento tan trascendente como efímero que hace del archivo de Caula el registro inagotable de una fotografía entendida como pulso y forma de vida».
Sobre Tito Caula
A los 19 años inicia su andadura en el mundo de la fotografía dentro de la industria cinematográfica, sin embargo, es a partir de 1960, fecha en la que se muda a Venezuela junto a su esposa, cuando empieza a cubrir encargos fotográficos para diversas compañías, agencias de publicidad y medios de comunicación internacionales.
Entre sus trabajos fue reportero fotográfico en las revistas Élite, Momento, Páginas y Venezuela Gráfica, trabajó también para la Confederación de Trabajadores de Venezuela y fue acreditado por el Círculo de Reporteros Gráficos de Venezuela. En 1967 funda su estudio Artyphot, pero no es hasta 1995 cuando se le comienza a considerar un autor, más que un fotógrafo de encargos, tras la exposición que le organiza la Galería de Arte Nacional comisariada por José Antonio Navarrete.
Sobre el Archivo Fotografía Urbana
El Archivo Fotografía Urbana es una institución dedicada a la conservación, difusión e investigación de los distintos tiempos de la memoria urbana a través de la fotografía y otros soportes afines, con sede en Caracas, Venezuela. La colección registra un panorama que abarca casi dos siglos, desde 1850 hasta la actualidad. Consta de más de cien mil imágenes en formatos que incluyen estrategias tan variadas como el daguerrotipo, la polaroid, el negativo, la diapositiva, la imagen digital o el video, entre otros. En este nutrido patrimonio los bordes conceptuales se pasean por agrupaciones en torno al álbum familiar, el fotoperiodismo, la arquitectura y el paisaje de la modernidad, la fotografía documental, la fotografía de autor y otras variables recientes. Entre sus líneas de investigación destaca no solo el fundamentar un acervo en torno a las resonancias históricas entre sujeto, cultura y sociedad; sino también recurrir a la memoria para estructurar nuevas formas de pensarnos en nuestro mundo local-global, profundizando en los cruces del relato oficial y de las narrativas al margen, así como en las relaciones iconográficas del individuo y las poéticas del archivo dentro de los complejos paradigmas de la ciudad contemporánea.