12
septiembre
Yo no sabía, yo no fuí
Cuando terminó la II Guerra Mundial y los rusos encontraron el cadáver de Hitler, chamuscado e irreconocible, un oficial preguntó: ¿por culpa de esta cosa carbonizada, hay 60 millones de muertos y más de la mitad de Europa destruida?
Igual ocurrió en Italia, con la ignominiosa muerte de Mussolini. Los italianos se preguntaron: ¿qué nos pasó? ¿Por qué seguimos a ese loco maligno?
Cómo es posible que pueblos cultos, que han parido genios, músicos y poetas, orgullos de la humanidad, de pronto, enceguecidos, sigan a dementes megalómanos y